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Por qué Juan Gabriel perdió sus derechos de autor

Juan Gabriel
Agencias
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Un conflicto legal dejó a Juan Gabriel sin grabar nuevas canciones durante siete años, en una disputa clave por los derechos de su propia obra.

A tres semanas de cumplirse el noveno aniversario de la muerte de Juan Gabriel, se reveló un nuevo sencillo póstumo, pero su historia musical pudo ser muy distinta: un pleito con su disquera lo mantuvo sin grabar durante casi una década y puso en riesgo gran parte de sus éxitos.

El legado de Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel, incluye más de mil 800 canciones, 36 álbumes de estudio, tres discos en vivo y 47 recopilatorios, además de producciones para otros artistas y temas para telenovelas. Con ventas que superan los 150 millones de copias en todo el mundo, su repertorio es uno de los más valiosos en la música latina.

Sin embargo, muchas de sus canciones clásicas como No tengo dinero, Siempre en mi mente o En esta primavera estuvieron a punto de quedar fuera de su interpretación, debido a un conflicto legal con la disquera BMG Ariola que comenzó en los primeros años de su carrera.

En 1971, con apenas 21 años y el apoyo de la cantante La Prieta Linda, firmó contrato con RCA Víctor, que después se convertiría en BMG Ariola. Como era habitual en la época, el acuerdo incluía la cesión de un alto porcentaje de los derechos de autor y de las ganancias generadas por sus obras, no solo por grabaciones, sino también como pago adelantado por futuros proyectos.

En ese momento, Juan Gabriel desconocía las implicaciones legales de este tipo de contratos. Su prioridad era conseguir la oportunidad de grabar, y en ese camino cedió un control fundamental sobre su catálogo.

Con el tiempo, y tras 15 años de trabajo con BMG, el cantautor exigió un pago justo de regalías y el reconocimiento como autor de un repertorio que —según él— no estaba debidamente registrado a su nombre y era explotado sin su autorización. La disputa se agravó por el hecho de que él también interpretaba sus canciones, lo que implicaba regalías adicionales como intérprete.

La batalla legal se extendió de 1986 a 1994, un periodo en el que el “Divo de Juárez” se negó a grabar material nuevo. Durante esos siete años, se concentró en giras y presentaciones en vivo con el repertorio existente, mientras el caso avanzaba en los tribunales.

Finalmente, BMG y Juan Gabriel llegaron a un acuerdo: la disquera reconoció sus derechos de autor y le pagó las regalías correspondientes. Este desenlace permitió al artista recuperar control creativo y económico sobre su obra, marcando un precedente para otros músicos que enfrentaban contratos desfavorables.

Con el conflicto resuelto, en 1994 lanzó el álbum Gracias por esperar, que incluyó éxitos como Pero qué necesidad y Vienes o voy. Este trabajo lo llevó a nominaciones en Premio Lo Nuestro (Álbum del Año) y al Grammy (Mejor Álbum Pop Latino), consolidando su regreso triunfal a la industria.

Hoy, a casi nueve años de su partida, la publicación del sencillo Nunca es tarde recuerda que la historia de Juan Gabriel no solo se escribió en los escenarios, sino también en los tribunales, donde defendió con firmeza el valor de su obra.

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