Si alguna vez has escuchado un crujido o "trueno" en tus rodillas al moverte, no te preocupes, es algo común. En la mayoría de los casos, no representa un problema serio. Sin embargo, expertos en ortopedia y fisioterapia explican que hay varias razones para este sonido, algunas de las cuales podrían necesitar atención médica.
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Liberación de gas en las articulaciones: El líquido sinovial, que lubrica las articulaciones, contiene pequeñas burbujas de gas que se comprimen o se rompen con ciertos movimientos, lo que produce el sonido característico de "trueno". Este fenómeno es totalmente inofensivo y generalmente no está asociado con dolor o problemas articulares.
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Desgaste del cartílago (condromalacia rotuliana): El desgaste del cartílago en las superficies articulares es una de las principales causas del crujido en las rodillas. Es más frecuente en personas que practican actividades de alto impacto o tienen problemas de alineación. Aparte del sonido, este desgaste puede generar dolor y rigidez.
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Lesiones en los tejidos blandos: Desgarros en los meniscos, tendinitis o inflamación en los ligamentos también pueden causar estos sonidos articulares. En estos casos, el crujido viene acompañado de dolor e inflamación, lo que requiere una evaluación médica para revisar el estado de la articulación.
Causas del dolor en las rodillas: El dolor relacionado con el crujido de rodillas puede tener diversas causas, entre las más comunes están:
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Artritis: Enfermedades como la osteoartritis pueden causar dolor debido al desgaste del cartílago y la inflamación articular.
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Lesiones deportivas o traumáticas: Golpes, esguinces o desgarros pueden generar dolor intenso y dificultar el movimiento.
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Sobrecarga y mala postura: El sobrepeso, el uso incorrecto del calzado o movimientos repetitivos sin la técnica adecuada pueden contribuir al dolor en las rodillas.
¿Cuándo buscar atención médica?: Si el crujido de las rodillas viene acompañado de dolor constante, hinchazón o dificultad para moverse, es importante consultar a un especialista. Un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Mantener un peso saludable, usar calzado adecuado, fortalecer los músculos que rodean las rodillas y realizar ejercicios de bajo impacto son medidas útiles para proteger las articulaciones y evitar molestias futuras.