Con el tiempo, es común que las almohadas presenten manchas amarillas, incluso cuando se utilizan fundas limpias. Este cambio no solo indica desgaste, sino que también refleja la acumulación de sudor, saliva y microorganismos como bacterias, ácaros y hongos, que pueden representar un riesgo para la salud.
Según expertos y estudios científicos, dormir sobre almohadas amarillentas puede empeorar problemas respiratorios y desencadenar alergias. Por ello, es importante conocer las causas, los riesgos y las mejores formas de limpiar las almohadas para mantener una buena higiene del sueño.
¿Por qué aparecen manchas amarillas en las almohadas?
Las manchas amarillas en las almohadas son producto de varios factores que ocurren durante la noche. La transpiración, la saliva y la humedad ambiental pasan a través de la funda y se acumulan en el interior de la almohada con el tiempo. Esta humedad favorece el crecimiento de microorganismos, especialmente en lugares cálidos y con poca ventilación.
El no limpiar las almohadas con frecuencia ni exponerlas al sol acelera este proceso, convirtiendo un objeto común en un posible foco de infecciones.
¿Qué riesgos conlleva dormir en almohadas amarillentas?
Un estudio de la base científica Dialnet, publicado en la Revista Internacional de Ciencias de la Salud, señala que estas manchas pueden albergar colonias de microorganismos dañinos, como los ácaros del polvo. Según la Mayo Clinic, estos ácaros son causantes de síntomas alérgicos como:
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Congestión nasal y estornudos
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Picazón o enrojecimiento ocular
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Tos persistente
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Eccema
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Asma y dificultades para respirar
La exposición constante a estos alérgenos puede generar complicaciones respiratorias más graves, especialmente en personas sensibles.
¿Cómo limpiar las almohadas amarillas?
Afortunadamente, no siempre es necesario desechar una almohada manchada. Con una limpieza adecuada, se puede recuperar su apariencia y eliminar los agentes contaminantes. Aquí algunos pasos recomendados:
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Remojar en agua caliente con detergente suave: Sumergir la almohada en agua muy caliente con jabón para ropa delicada y dejarla reposar 30 minutos.
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Aplicar percarbonato de sodio: Este blanqueador ecológico (también llamado oxígeno activo) ayuda a eliminar manchas profundas. Espolvorear sobre las zonas amarillas, agregar agua caliente y dejar actuar 20 minutos.
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Lavado en lavadora: Tras el remojo, lavar la almohada en ciclo suave. Se recomienda añadir vinagre blanco para desinfectar y eliminar olores.
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Secado completo: Es fundamental eliminar toda la humedad interna. Se puede usar secadora a baja temperatura o secar al sol para evitar hongos.
Si después de estos cuidados la almohada sigue con mal olor, deformaciones o manchas persistentes, lo mejor es reemplazarla. Los especialistas aconsejan cambiar las almohadas cada uno o dos años para garantizar un descanso higiénico y confortable.