Posible derrocamiento del líder de Irán genera incertidumbre

El posible colapso del régimen iraní tras los ataques de Israel plantea dudas entre analistas, que advierten del riesgo de caos y militarización interna.
La intensificación del conflicto entre Israel e Irán, junto con los bombardeos recientes contra infraestructuras clave del régimen iraní, ha puesto en el foco internacional la posibilidad de un cambio de régimen en Teherán. Sin embargo, analistas advierten que la caída del líder supremo Ali Jamenei no implicaría necesariamente la transición hacia una democracia, y podría desencadenar un periodo de caos e inestabilidad similar al de Irak o Libia.
El 13 de junio, Israel lanzó una ola de ataques contra instalaciones nucleares, balísticas y de comunicación en Irán, incluyendo la sede de la radiotelevisión pública IRIB. El balance hasta ahora es devastador: al menos 585 muertos y más de 1,300 heridos, según reportes de agencias internacionales.
Los objetivos, según analistas como Nicole Grajewski del Carnegie Endowment for International Peace, sugieren que Israel busca más que impedir la proliferación nuclear.
“Están atacando símbolos del régimen. Parece un intento por desestabilizar el gobierno, no solo frenar su arsenal”, comentó.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que conoce la ubicación del líder supremo iraní, Ali Jamenei, actualmente en paradero desconocido, según diversas fuentes. Sin embargo, un posible derrocamiento levanta más dudas que certezas.
¿Qué pasaría tras la caída del régimen?
Líderes y expertos en Europa han manifestado preocupación ante la idea de un cambio abrupto en Teherán. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que repetir errores del pasado sería un “grave peligro para la región”.
“El mayor error ahora sería buscar un cambio de régimen en Irán por medios militares porque eso conduciría al caos”, declaró en la cumbre del G7.
El recuerdo de Irak (2003) y Libia (2011), donde la caída de Sadam Husein y Muamar Gadafi derivó en años de guerra civil y vacío de poder, resuena como advertencia.
El académico Thomas Juneau, de la Universidad de Ottawa, enfatizó que actualmente “no existe una alternativa democrática organizada” dentro de Irán. Más bien, el vacío podría ser llenado por actores más radicales, como los Guardianes de la Revolución o el Ejército.
“Pasaríamos de una teocracia a una dictadura militar”, explicó.
Oposición dividida y sin liderazgo claro
Uno de los rostros visibles de la oposición es Reza Pahlavi, hijo del derrocado sah de Persia. Desde Estados Unidos, asegura que el régimen está “al borde del colapso” y llama a una alianza con Occidente. No obstante, carece de apoyo popular dentro de Irán y su postura proisraelí genera división entre los exiliados iraníes.
Otro grupo relevante es la Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán (OMPI), liderada por Mariam Rajavi, quien desde el Parlamento Europeo pidió respaldo internacional. Sin embargo, su pasado de colaboración con Sadam Husein durante la guerra Irán-Irak limita su legitimidad.
La falta de unidad opositora, sumada a la diversidad étnica de Irán con minorías kurdas, baluchíes, árabes y azeríes, complica aún más la posibilidad de una transición ordenada.
Noticias del tema