Promueven vocación contable ante baja en matrícula

En un contexto donde las tendencias vocacionales entre los jóvenes han comenzado a cambiar significativamente, la carrera de Contador Público enfrenta un panorama desafiante. Universidades y centros de bachillerato técnico reportan una baja constante en el número de estudiantes interesados en esta disciplina, situación que ha encendido alertas dentro del gremio contable en Piedras Negras y otras regiones del país.

La contaduría pública, históricamente considerada una de las profesiones más sólidas y esenciales dentro del ámbito empresarial y gubernamental, ha comenzado a perder protagonismo en la elección de carrera entre los estudiantes de nivel medio superior. Esta tendencia preocupa no solo por la disminución en la matrícula, sino también por las implicaciones que puede tener en el desarrollo económico y organizacional, ya que los contadores siguen siendo piezas clave en la operación de cualquier institución, empresa o entidad pública.

Ante este escenario, el Colegio de Contadores Públicos de Piedras Negras por medio de su presidente Sergio Montes ha iniciado un trabajo coordinado con instituciones educativas de la región, con el propósito de incentivar a las nuevas generaciones a considerar esta carrera como una opción viable, dinámica y con amplias oportunidades de crecimiento profesional. La estrategia no solo busca informar, sino también desmontar mitos y estigmas que rodean a la contaduría.

Uno de los principales obstáculos que enfrenta esta carrera es la percepción generalizada de que se basa exclusivamente en el manejo intensivo de números, operaciones aritméticas y cálculos complejos. Si bien el razonamiento lógico y cuantitativo es una herramienta importante, los profesionales del área insisten en que el campo de la contabilidad es mucho más amplio: incluye análisis financiero, auditoría, cumplimiento fiscal, consultoría, planeación estratégica, ética empresarial y tecnología aplicada.

En palabras del presidente del Colegio de Contadores en Piedras Negras, Sergio Montes, el enfoque debe modernizarse y adaptarse a las realidades del siglo XXI. El entorno económico actual exige contadores con visión global, dominio de software especializado y comprensión integral del contexto financiero, legal y administrativo. Bajo esta perspectiva, el contador ya no es solo quien "lleva libros", sino quien interpreta la información financiera y asesora en la toma de decisiones estratégicas.

Una de las acciones emprendidas por el colegio ha sido la recomendación a las universidades de revisar y actualizar sus planes de estudio, sugiriendo la eliminación de materias obsoletas y la integración de contenidos que estén alineados con la transformación digital, las normativas fiscales actualizadas y la internacionalización del ejercicio contable. La idea es ofrecer una formación más atractiva y adaptada a las exigencias del mercado laboral actual.

Asimismo, se están impulsando programas de vinculación directa con estudiantes de preparatoria a través de conferencias, talleres, visitas a despachos contables y testimonios de profesionales en ejercicio, para que los jóvenes conozcan de primera mano la versatilidad y el impacto de esta carrera. En muchos casos, el contacto directo con los profesionales rompe con la idea anticuada del contador aislado, rodeado de papeles y calculadoras, mostrando en cambio una imagen moderna, estratégica y tecnológica.

Otro aspecto importante en esta cruzada educativa es destacar la alta tasa de empleabilidad que tiene la carrera. A diferencia de otras profesiones que enfrentan saturación en el mercado laboral, los contadores continúan siendo altamente demandados, tanto en el sector privado como en el público. Desde pequeñas empresas hasta multinacionales, pasando por organismos gubernamentales, todos requieren de especialistas en el control y manejo de recursos financieros, auditoría y cumplimiento de obligaciones fiscales.

El impulso a la contaduría también responde a una necesidad nacional: mejorar la cultura fiscal y financiera del país. Desde la administración de un negocio familiar hasta la transparencia en la gestión pública, la figura del contador es central para garantizar un entorno de legalidad, eficiencia y rendición de cuentas.

En este sentido, fomentar la vocación contable entre los jóvenes no solo se traduce en oportunidades individuales de desarrollo profesional, sino en una apuesta por fortalecer la infraestructura económica y organizacional del país. Mientras más profesionistas capacitados haya en esta rama, mayor será la capacidad del país para enfrentar retos como la evasión fiscal, la corrupción administrativa y la mala gestión de los recursos públicos y privados.

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