¿Qué es la diabetes 3C? el tipo menos conocido que se origina en el páncreas

Durante mucho tiempo, la atención se centró solo en la diabetes tipo 1 y tipo 2, pero existe una tercera variante menos conocida y también grave: la diabetes tipo 3c, o diabetes pancreatogénica, que surge cuando el páncreas resulta dañado por alguna enfermedad o intervención quirúrgica.
Aunque sus síntomas son similares a los de los tipos más comunes, su origen y tratamiento son distintos, y con frecuencia pasa desapercibida.
Una enfermedad silenciosa y poco diagnosticada La diabetes tipo 3c se produce cuando el páncreas pierde su capacidad de generar y liberar insulina correctamente debido a un daño estructural. Entre las causas están la pancreatitis crónica, el cáncer de páncreas o cirugías que extirpan parte del órgano. A diferencia de la diabetes tipo 1 —autoinmune— o tipo 2 —relacionada con resistencia a la insulina y estilo de vida—, la tipo 3c está vinculada a la función exocrina del páncreas, responsable de producir enzimas digestivas.
Un diagnóstico temprano es crucial, ya que la expectativa de vida depende del origen del daño pancreático, del control glucémico y del estado general del paciente.
Causas principales de la diabetes tipo 3c
Pancreatitis crónica: Inflamación prolongada que provoca fibrosis y destrucción del tejido pancreático, afectando la digestión y la producción de insulina.
Cirugías pancreáticas: La extirpación parcial del páncreas disminuye la producción de insulina, aumentando el riesgo de diabetes tipo 3c.
Cáncer de páncreas: Los tumores interfieren con la función del órgano y pueden inducir diabetes de forma directa o tras cirugía.
Fibrosis quística: Enfermedad genética que obstruye los conductos pancreáticos con mucosidad espesa, causando daño progresivo.
Factores de riesgo El consumo excesivo de alcohol, predisposición genética (como en la fibrosis quística), cirugías pancreáticas previas o pancreatitis aumentan la probabilidad de desarrollarla. También se observa más en hombres mayores de 50 años, posiblemente por enfermedades pancreáticas crónicas.
Diferencias con otros tipos de diabetes Aunque comparten síntomas como sed intensa, pérdida de peso y cansancio:
Tipo 1: Autoinmune, común en jóvenes, requiere insulina de por vida.
Tipo 2: Asociada a obesidad y sedentarismo, controlable con dieta, ejercicio y medicamentos orales.
Tipo 3c: Provocada por daño pancreático; además de insulina, requiere tratamiento para la función pancreática y apoyo digestivo.
Síntomas frecuentes Puede confundirse con otros tipos de diabetes por hiperglucemia persistente, pérdida de peso involuntaria y dolor abdominal. También se caracteriza por problemas digestivos, como la esteatorrea (heces grasas), debido a insuficiencia exocrina del páncreas.
Diagnóstico Requiere una evaluación integral: historia clínica detallada, estudios de imagen (tomografía o resonancia magnética) y análisis de laboratorio como:
Glucosa en sangre, para medir azúcar.
Péptido C, para evaluar la producción de insulina.
Elastasa fecal, que detecta insuficiencia pancreática exocrina.
Estas pruebas permiten diferenciar la diabetes tipo 3c y diseñar un tratamiento adecuado.
Tratamiento El manejo combina control de glucosa y apoyo digestivo. La mayoría de los pacientes necesita insulina, ya que los medicamentos orales suelen ser insuficientes. El reemplazo enzimático pancreático y una alimentación balanceada son esenciales. El seguimiento médico regular es clave para controlar glucosa, estado nutricional y función pancreática.
Complicaciones si no se trata a tiempo La diabetes tipo 3c no controlada puede provocar hipoglucemia, cetoacidosis, problemas digestivos, malabsorción, pancreatitis crónica y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, daño renal, retinopatía y neuropatía.
Aunque no tiene cura definitiva, un diagnóstico precoz y un manejo adecuado mejoran la calidad de vida y reducen las complicaciones a largo plazo.
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