Rechaza alcalde curso de control de ira tras agresiones
El edil de Piedras Negras enfrenta señalamientos por ataques verbales hacía reportera de la ciudad.

El alcalde de Piedras Negras, Jacobo Rodríguez González, desestimó someterse a un curso de control de la ira, pese a la fuerte presión mediática y política tras sus recientes confrontaciones con periodistas y comportamientos hostiles hacia la prensa. Su partido, Morena, había sugerido esta medida como una forma de abordar el creciente rechazo público por sus actitudes agresivas.
El conflicto se encendió durante una de sus conferencias de prensa matutinas, cuando una reportera le preguntó si estaría dispuesto a realizarse una prueba antidoping, tal como sugería para el personal de Protección Civil y Bomberos. El cuestionamiento provocó una reacción airada por parte del alcalde, quien respondió con sarcasmo: “¿Qué comportamiento has visto tú en mí para que pienses que ando drogado?”.
A pesar de la confrontación, Rodríguez finalmente se realizó la prueba y anunció a través de sus redes sociales que el resultado fue negativo en todas las sustancias analizadas – opioides, metanfetaminas, cocaína, anfetaminas y cannabis. Lo hizo acompañado de su gabinete y ante medios de comunicación, subrayando que la acción no respondía a presiones políticas sino a una decisión personal para proteger su reputación y la de su administración.
Sin embargo, aunque el resultado favoreció su imagen pública, el alcalde dejó en claro que no considera necesario tomar un curso de manejo emocional o de agresividad. “Yo no creo que tenga que tomar ese curso. Pero, porque soy ser humano”, declaró escuetamente.
Contexto y escalada del conflicto
El incidente no fue aislado. En fechas recientes, el alcalde usó el término “lacras del periodismo” en un grupo de mensajería, refiriéndose a reporteros que, según él, informan de manera imparcial. Sus comentarios generaron una fuerte crítica por parte de los gremios periodísticos.
Horas después del altercado público, Rodríguez compartió un mensaje en Facebook describiendo a la reportera como su “adversaria histórica” y justificó su reacción como resultado de una relación de confrontación y “golpeteo político".
Este episodio ocurrió en un contexto previamente tenso, ya que el alcalde había promovido pruebas antidoping para servidores públicos tras incidentes como el que protagonizó un bombero en febrero pasado, lo que derivó en el despido de cinco trabajadores por resultados positivos en las pruebas.
Propuesta legislativa y el rechazo al curso de control emocional
Tras aclarar que su reacción fue impulsiva, Rodríguez reiteró que su gobierno promueve condiciones adecuadas para el ejercicio periodístico, sin restricciones. Adicionalmente anunció que presentará una iniciativa ante el Congreso de Coahuila para establecer la obligatoriedad de pruebas antidoping no solo para alcaldes, sino también para regidores.
Sin embargo, ante la propuesta de formación en manejo emocional que surgió desde dentro de Morena, Rodríguez fue tajante: considera innecesario tomar cursos de control de la ira, ya que, según afirmó, “es humano” reaccionar impulsivamente evitando admitir el agravante del episodio.
Repercusiones y estado de la libertad de prensa
La actitud del alcalde ha suscitado debates sobre el respeto al periodismo y la exigencia de transparencia. El hecho de calificar a reporteros como “lacras” generó amplio repudio entre medios locales y organizaciones que defienden el derecho a cuestionar autoridades sin temor a represalias.
A pesar del contraste entre el resultado negativo de la prueba antidoping y la posición pública del alcalde, la controversia ha endurecido la percepción de intolerancia hacia la prensa. Su rechazo al curso sugerido ha sido interpretado por algunos como una falta de compromiso con el autocontrol y la mejora del trato institucional hacia los medios.
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