Reconoce Claudia Sheinbaum labor de bomberos de Acuña que auxiliaron en Texas
El grupo de bomberos partió al inicio de la presente semana al centro de Texas apoyar en las labores de rescate.


En un gesto de reconocimiento binacional y humanitario, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, destacó públicamente la labor del equipo de bomberos del municipio de Acuña, Coahuila, quienes acudieron en apoyo a las labores de rescate y asistencia tras las devastadoras afectaciones ocasionadas por el paso del huracán Beryl en el estado de Texas, Estados Unidos. El pronunciamiento de la mandataria reafirma la importancia de la cooperación transfronteriza en momentos de crisis, más allá de políticas migratorias o tensiones diplomáticas.
El equipo de rescate acuático y bomberos, que también opera en colaboración con la fundación binacional 911 Ismael Aldana Flores, viajó a territorio estadounidense tras una solicitud de apoyo emitida desde Texas. La fundación 911, con años de experiencia en atención de emergencias y vínculos operativos con autoridades texanas, ha sido un puente clave para este tipo de colaboraciones. La participación del grupo mexicano en esta misión se dio en un contexto particularmente complejo, no solo por los estragos del fenómeno meteorológico, sino también por las estrictas medidas migratorias y de seguridad que Estados Unidos ha adoptado en los últimos años.
La lista de héroes anónimos que cruzaron la frontera para salvar vidas la integran: Javier Alvarado Lumbreras, Christopher Abraham Herrera, Roel Delgado Martínez, José Omar Llanas Hernández, Aldo Ortiz Rodríguez, Mario Alberto Linares Linares, Guillermo Samuel Quiroz, Javier Isaac Alvarado y Jesús Eduardo Salas Ibarra. Todos ellos integrantes del equipo de bomberos y Protección Civil de Acuña, quienes sumaron esfuerzos junto a los miembros de la fundación 911: Ismael Aldana Flores, Miguel Ángel González, Jesús Gómez Arizpe y Jorge Fuentes.
En su mensaje, la presidenta Sheinbaum no solo agradeció su labor, sino que también extendió un reconocimiento institucional al presidente municipal de Acuña, Emilio de Hoyos, por su disposición inmediata para facilitar la logística y garantizar el traslado seguro del equipo hacia Kerrville, Texas, una de las zonas más afectadas por la crecida del río Guadalupe.
Este gesto, aunque de carácter operativo, se transforma en un símbolo político y diplomático. En palabras de la mandataria, “honor a quien honor merece”, en respuesta a la actriz y productora estadounidense Viola Davis, quien también reconoció públicamente la ayuda enviada desde México. Davis, crítica del manejo migratorio en su país, destacó la paradoja que representa el apoyo humanitario de un país latinoamericano mientras persisten las políticas de contención fronteriza impulsadas por el gobierno estadounidense.
La presidenta Sheinbaum aprovechó el momento para reiterar que México mantiene abierta la disposición de brindar asistencia adicional a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), que ha sostenido comunicación constante con el gobierno de Texas y con el Departamento de Estado. En este marco, también informó que el Consulado General de México en San Antonio se encuentra dando seguimiento al caso de un ciudadano mexicano fallecido durante las lluvias, así como a la localización de una mujer que permanece desaparecida.
Más allá del discurso, la labor de estos bomberos representa una historia de entrega, preparación y humanidad. Equipos como el de Acuña, formados con recursos limitados pero con vocación de servicio y alta especialización en rescate acuático, actúan con prontitud frente a desastres, sin importar si la tragedia ocurre en territorio nacional o fuera de él. Esta acción solidaria se convierte en un modelo de lo que significa actuar con ética civil y sentido binacional de responsabilidad.
La coordinación entre el municipio de Acuña, la fundación 911 y las autoridades texanas, confirma la necesidad de fortalecer alianzas entre cuerpos de emergencia a ambos lados de la frontera. Si bien los desafíos de seguridad, migración y comercio dominan la agenda bilateral, sucesos como este dejan claro que existen lazos humanos y sociales que sobrepasan las fronteras políticas.
En contextos como el que dejó Beryl, donde las inundaciones han afectado a miles de familias, han dejado más de 80 fallecidos y han forzado evacuaciones masivas, la intervención de equipos como el de Acuña representa mucho más que una ayuda técnica. Es, en esencia, una muestra de empatía transfronteriza y de la capacidad de los municipios mexicanos de actuar con responsabilidad internacional.
Este reconocimiento público por parte del gobierno federal no solo dignifica a los elementos participantes, sino que también revaloriza el papel que los municipios y organizaciones de la sociedad civil tienen en el sistema de protección civil. Además, resalta la urgencia de dotar con mayores recursos, formación y respaldo institucional a los cuerpos de emergencia de México, quienes frecuentemente trabajan bajo condiciones de precariedad pero con profesionalismo ejemplar.
El llamado de la presidenta Sheinbaum también abre la puerta a reflexionar sobre el papel que México puede y debe asumir como un actor solidario en la región. En momentos donde los discursos de cierre, exclusión y xenofobia ganan espacio en el ámbito político internacional, gestos como el envío de rescatistas mexicanos a Texas muestran que la verdadera diplomacia se construye en el terreno, con acciones concretas y compromiso humano.
De este modo, la participación del equipo de Acuña en las labores de rescate en Texas no solo quedará como una anécdota aislada, sino como un hito que podría marcar un precedente en la cooperación binacional para la atención de desastres. Las emergencias no conocen fronteras; la solidaridad, tampoco.
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