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Recuerdan la histórica inundación de Piedras Negras en 1954

Se recuerda la devastadora inundación que, hace 71 años, azotó Piedras Negras, dejando huellas profundas en la memoria

Recuerdan la histórica inundación de Piedras Negras en 1954: Se recuerda la devastadora inundación que, hace 71 años, azotó Piedras Negras, dejando huellas profundas en la memoria
José Gaytán
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El 28 de junio de 1954, Piedras Negras vivió una de las tragedias más dolorosas de su historia. La furia descontrolada del río Bravo desbordó sus aguas y arrasó con gran parte de la ciudad, especialmente en su sector centro. Este evento dejó decenas de víctimas mortales y miles de afectados, lo que marcaría un antes y un después en la vida de la comunidad fronteriza.

En aquel entonces, los medios nacionales de comunicación llegaron a titular que Piedras Negras había muerto, tal fue la magnitud de la inundación, que la ciudad fue puesta bajo los reflectores internacionales debido a la magnitud de la catástrofe. A 71 años de ese suceso, la memoria de la tragedia sigue viva, y cada 28 de junio los habitantes de la ciudad rinden homenaje a las víctimas que perdieron la vida o vieron sus hogares devastados.

La devastación que arrasó con el centro de la ciudad

La fuerza del río Bravo aquel día sorprendió a todos. Las aguas crecieron rápidamente, desbordándose y cubriendo calles enteras, inundando casas, tiendas y negocios. El centro de Piedras Negras fue especialmente afectado, ya que la fuerza del río no solo destruyó propiedades, sino que también se llevó vidas humanas.

El agua alcanzó niveles tan altos que muchas familias tuvieron que refugiarse en zonas elevadas, específicamente en lo que hoy se conoce como la Colonia 28 de Junio. Esta colonia recibió su nombre en honor a aquellos días de horror y solidaridad, cuando los ciudadanos encontraron refugio en esta loma que sirvió de escape ante la creciente agua.

Una ciudad marcada por la tragedia

A pesar de los esfuerzos por reconstruir la ciudad y superar la tragedia, las cicatrices dejadas por esa inundación son difíciles de borrar. Muchas familias perdieron no solo sus hogares, sino también memorias, pertenencias y seres queridos. La comunidad tuvo que unirse y reconstruir desde cero, lo que requirió años de esfuerzo y sacrificio.

El evento también desnudó las debilidades estructurales de la infraestructura urbana, lo que llevó a las autoridades a revisar las políticas de manejo de aguas pluviales y el control de los cauces del río. Además, el suceso sirvió como lección sobre la importancia de la planificación urbana y las medidas preventivas ante fenómenos naturales.

Recordar para no olvidar

Cada año, en esta fecha, se lleva a cabo una ceremonia de conmemoración para recordar a las víctimas de la inundación de 1954. En diversos puntos de la ciudad, ciudadanos y autoridades se reúnen para rendir homenaje a quienes perdieron la vida y a quienes lucharon por la reconstrucción. Durante esta jornada se resaltan los esfuerzos colectivos y la solidaridad que permitió a Piedras Negras recuperarse de la tragedia.

Los homenajes incluyen eventos culturales, exposiciones fotográficas, y conferencias en las que se recuerda la magnitud del desastre, así como el papel fundamental de la comunidad en la reconstrucción. Además, se destaca el trabajo de aquellos que, desde el gobierno y la sociedad civil, lograron transformar el dolor en fuerza para seguir adelante.

La memoria colectiva y el legado de solidaridad

La inundación de 1954 sigue viva en la memoria de la ciudad, no solo por su dolor, sino por el legado de solidaridad y esfuerzo comunitario que dejó a su paso. Las familias que sobrevivieron a esa tragedia son ahora parte de la historia viva de Piedras Negras. Sus testimonios y experiencias se han transmitido de generación en generación, enseñando a los más jóvenes la importancia de la unidad en tiempos de crisis.

Hoy, la ciudad se encuentra mejor preparada para enfrentar fenómenos naturales gracias a las lecciones aprendidas, aunque nunca se olvida el día en que el río Bravo mostró su fuerza y cambió para siempre la vida de sus habitantes.

Conmemoración y enseñanza para las nuevas generaciones

La inundación de 1954 se mantiene como un recordatorio de lo vulnerable que puede ser cualquier comunidad frente a desastres naturales, pero también es una prueba de la capacidad humana para superar la adversidad. Hoy, en 2025, la generación actual de Piedras Negras sigue enseñando a los más jóvenes sobre lo sucedido, para que no se olvide lo que el río Bravo les enseñó: la importancia de la prevención y de estar siempre unidos frente a la adversidad.

El 28 de junio de 1954 quedará grabado para siempre como el día en que Piedras Negras no solo sufrió una tragedia, sino que encontró en su dolor una razón para fortalecer su identidad como comunidad.

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