La Secretaría de Salud de México ha emitido una alerta epidemiológica debido al notable aumento de casos de tosferina en el país, una enfermedad que afecta principalmente a los lactantes menores de un año. Hasta la semana 14 de 2025, se han reportado 696 casos confirmados y 37 muertes en 14 estados, con una tasa nacional de incidencia de 0.52 por cada 100,000 habitantes.
La preocupación ha aumentado debido a la notificación de 2,549 casos sospechosos este año. Los estados con mayor número de contagios confirmados son Chihuahua, Ciudad de México, Aguascalientes y Nuevo León, siendo Chihuahua el que encabeza la lista con 77 casos.
La tosferina, causada por la bacteria Bordetella pertussis, es una infección respiratoria altamente contagiosa que puede ser mortal para los lactantes. Los primeros síntomas incluyen fiebre, estornudos y secreción nasal, seguidos de episodios intensos de tos que dificultan la respiración y pueden causar cianosis. Los niños menores de seis meses son particularmente vulnerables debido a las pausas respiratorias que pueden presentar.
Según el comunicado oficial, la enfermedad se desarrolla en tres fases: una fase catarral inicial, una fase paroxística con ataques de tos severa, y finalmente una fase de convalecencia donde los síntomas pueden perdurar durante semanas o meses.
¿Cómo identificar la tosferina?
La Secretaría de Salud ha destacado varios síntomas para reconocer la tosferina:
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Fiebre leve, acompañada de otros síntomas respiratorios.
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Tos intensa que persiste por más de siete días y puede presentarse en episodios violentos.
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Dificultad para respirar, especialmente durante o después de los ataques de tos.
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En lactantes menores de seis meses, se pueden observar pausas en la respiración (apneas) y coloración azulada de la piel (cianosis).
La enfermedad comienza con síntomas similares a un resfriado común, como secreción nasal y estornudos. Sin embargo, durante la fase paroxística, la tos se intensifica y se acompaña de un sonido característico al inhalar, conocido como "gallo". En los casos más graves, los episodios de tos pueden provocar vómitos o fatiga extrema.
El diagnóstico se basa en la evaluación clínica y puede confirmarse mediante pruebas como el cultivo de exudado nasofaríngeo o una prueba PCR. Si se experimentan estos síntomas, especialmente si se es padre de un lactante, es fundamental acudir rápidamente a un centro de salud.
La Secretaría de Salud ha señalado que las muertes por tosferina se han registrado en estados como Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz. Este repunte contrasta con las cifras bajas observadas entre 2020 y 2023, en parte debido a las restricciones sanitarias por COVID-19.
La vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz para prevenir la tosferina, especialmente en menores de un año y en poblaciones vulnerables. Las autoridades han instado a los padres a seguir el esquema de vacunación y llevar a sus hijos a los centros de salud si presentan signos de la enfermedad, además de reforzar la vigilancia clínica en las unidades médicas.
La enfermedad se transmite fácilmente por las gotas expulsadas al toser o estornudar, con un período de incubación de 7 a 10 días. En caso de sospecha, el diagnóstico puede confirmarse mediante pruebas como el cultivo de exudado nasofaríngeo o la PCR.