¿Se puede diagnosticar Parkinson a través de la escritura de un bolígrafo con IA?
Ante las dificultades para diagnosticar el Parkinson, un equipo de investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), está desarrollando un bolígrafo que podría usarse en el futuro para detectar esta enfermedad.
Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista Nature Chemical Engineering.
Este bolígrafo cuenta con una punta magnetoelástica y utiliza tinta de ferrofluido para transformar los movimientos de escritura en señales eléctricas que pueden ser analizadas.
Gary Chen, doctorando y autor principal del estudio, explicó que los movimientos del bolígrafo provocan variaciones en el campo magnético que se convierten en señales eléctricas. Además, destacó que la incorporación de redes neuronales avanzadas podría aumentar la precisión del diagnóstico.
En conversación con Infobae, el doctor Marcelo Merello, especialista en trastornos del movimiento e investigador del Conicet, señaló que el desarrollo aún está en etapas iniciales y que se requieren estudios con más participantes para confirmar la eficacia y seguridad del dispositivo.
El Parkinson afecta a casi 10 millones de personas en todo el mundo y deteriora la calidad de vida debido a la degeneración progresiva de neuronas que producen dopamina, un neurotransmisor clave. Es el segundo trastorno neurodegenerativo más común después del Alzheimer, y sus síntomas incluyen temblores y rigidez muscular, lo que complica el diagnóstico.
Este bolígrafo podría facilitar el diagnóstico en lugares con pocos especialistas y agilizar el proceso, ya que se basa en analizar patrones motores presentes en la escritura, que funcionan como un biomarcador digital. La inteligencia artificial aplicada al procesamiento de estas señales aumenta la precisión del método.
El dispositivo combina una punta flexible de silicona Ecoflex con tinta de ferrofluido para captar con alta fidelidad las variaciones magnéticas generadas por los movimientos durante la escritura, sin necesidad de fuente de energía externa. Los datos se procesan en tiempo real mediante una red neuronal convolucional que detecta patrones complejos y diferencia con más del 95% de precisión entre la escritura de pacientes con Parkinson y personas sanas.
Para probarlo, participaron 16 personas, de las cuales tres ya tenían diagnóstico de Parkinson. Los voluntarios realizaron tareas simples como dibujar líneas onduladas, asegurando la accesibilidad incluso para quienes tienen dificultades para leer o no son hablantes nativos.
Los creadores del bolígrafo destacan que es económico, fácil de producir en masa, y que sus materiales garantizan su funcionamiento en distintos entornos. Además, permite transferir los datos a otros dispositivos para análisis detallados y monitoreo continuo, facilitando su uso en diversos contextos clínicos.
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