Seguir una dieta baja en calorías puede aumentar los síntomas de depresión, según un estudio
Existen múltiples estudios científicos que resaltan la gran influencia que tienen las dietas y la reducción de calorías tanto en la salud mental como en la física.
En este contexto, una investigación reciente alertó que una alimentación baja en calorías podría aumentar la aparición de síntomas depresivos. Este estudio, publicado en la revista BMJ Nutrition Prevention & Health y realizado por expertos de la Universidad de Toronto, examinó cómo la restricción calórica afecta el bienestar psicológico. Los resultados indicaron un incremento en los síntomas de depresión, especialmente en hombres y personas con un índice de masa corporal alto.
El estudio analizó datos de más de 28,000 adultos obtenidos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos entre 2007 y 2018. Al inicio, casi un 8% presentaba síntomas depresivos, mientras que un tercio tenía sobrepeso y cerca del 40% obesidad. Los participantes reportaron si estaban siguiendo alguna dieta, ya fuera para adelgazar o por razones de salud, y se clasificaron en cuatro grupos: dietas con restricción calórica, dietas con limitación de ciertos nutrientes, planes alimentarios específicos para condiciones como la diabetes, y quienes no seguían ninguna dieta.
Los resultados mostraron que quienes seguían dietas hipocalóricas presentaban síntomas depresivos —como estado de ánimo bajo o problemas para dormir— con mayor frecuencia que quienes no estaban a dieta, sobre todo hombres y personas con exceso de peso. Además, se observó que las dietas que limitaban nutrientes específicos se relacionaban más con síntomas físicos y ansiedad corporal.
Los investigadores señalaron que dietas bajas en carbohidratos o grasas esenciales podrían afectar negativamente la función cerebral y agravar síntomas emocionales, particularmente en hombres con mayores requerimientos nutricionales. Sin embargo, aclararon que sus hallazgos son observacionales y no establecen una relación causal directa.
Entre las posibles causas de estos síntomas depresivos está la frustración por no lograr bajar de peso o por el ciclo repetitivo de perder y recuperar peso, conocido como efecto rebote. Además, las dietas bajas en calorías y la obesidad pueden causar deficiencias en nutrientes esenciales y estrés fisiológico que empeoran la depresión.
Finalmente, los autores sugieren que las recomendaciones dietéticas deben ser personalizadas según el índice de masa corporal y el sexo, ya que los regímenes alimenticios populares pueden influir en la salud mental. Estudios anteriores también han mostrado que el consumo elevado de alimentos ultraprocesados se asocia con mayor riesgo de depresión leve y ansiedad.
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