Selton es la esperanza

El Athletic Club llevó su sufrimiento hasta St. James’ Park, un estadio imponente no solo por su arquitectura, sino por la intensidad de su afición.

El mal momento de los bilbaínos no se debe únicamente a los resultados, sino también al desgaste físico y a una lista de bajas que ni con cuatro Messis o Cristianos se podrían suplir. Aun así, el equipo de Ernesto Valverde se aferró al orgullo y la dignidad, presentando batalla en condiciones adversas. En el campo coincidieron jóvenes como Rego, Selton, Adama y Hierro, reflejo de una plantilla diezmada. Para un club como el Athletic, competir en Champions ya es un reto mayúsculo; hacerlo en estas circunstancias, casi una misión imposible.

El conjunto rojiblanco empezó con energía, pero terminó cediendo ante la superioridad del Newcastle. Los ingleses aprovecharon su poderío físico y su eficacia en las jugadas a balón parado para dominar. Cada bloqueo dejaba a los atacantes locales completamente solos, complicando a la defensa visitante. A pesar de la entrega, el Athletic se fue diluyendo ante el plan táctico de Eddie Howe. La entrada de Selton aportó un poco de magia y esperanza, aunque el desafío del playoff se vuelve más complicado jornada tras jornada.

Las lesiones han golpeado con fuerza al vestuario de Valverde, que cuenta con nueve jugadores fuera y Yeray sancionado. La última baja fue Guruzeta, aquejado de un cuadro gripal horas antes del partido. El técnico resolvió el rompecabezas alineando a Vesga como mediapunta y a Unai Gómez como falso nueve. Con esa mezcla de juventud y resistencia, el Athletic intentó hacer frente a un Newcastle físicamente imponente, liderado por Joelinton y Woltemade.

El equipo vasco inició con valentía, presionando alto y buscando el área rival. En los primeros minutos incluso se anuló un gol al Newcastle por un fuera de juego muy ajustado. Sin embargo, la historia volvió a repetirse: los ingleses dominaron el juego aéreo y la estrategia. En el minuto 11, una falta ensayada dejó a Burn completamente libre para marcar el 1-0, en una jugada milimétrica que desarmó a la zaga bilbaína.

Pese al golpe, el Athletic reaccionó con ocasiones de Unai Gómez y Adama, ambos estrellando balones en el poste. Pero el desgaste físico pasó factura. El Newcastle comenzó a controlar el ritmo y a generar peligro constante. Joelinton obligó a Unai Simón a intervenir con una gran parada, mientras que Woltemade también rozó el gol de cabeza.

En la segunda mitad, el encuentro perdió intensidad. El Athletic trató de mantener el orden, pero cada pérdida de balón se convertía en un peligroso contragolpe. Joelinton, en estado de gracia, amplió la ventaja tras un error defensivo de Navarro, firmando el 2-0 que prácticamente sentenció el partido.

A pesar de la derrota, el Athletic mostró dignidad y un rayo de esperanza en el talento emergente de Selton, que debutó con personalidad y dejó destellos de calidad con pases precisos y una gran visión de juego. También destacaron Hierro, visiblemente emocionado, y Serrano, que probó suerte con varios disparos que Pope logró detener.

El equipo bilbaíno, aunque herido, salió de St. James’ Park con la cabeza en alto. En medio de tantas dificultades, los jóvenes de Lezama dieron una bocanada de ilusión a una afición que aún cree en su equipo. Porque mientras haya cantera, hay futuro.

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