Señales de deficiencia de B12 que puedes estar ignorando

La vitamina B12, conocida comúnmente como la “vitamina de la energía”, desempeña un papel esencial en el sistema nervioso, en la producción de glóbulos rojos y en la formación del ADN.

Aunque el cuerpo la requiere para múltiples funciones, su carencia puede pasar inadvertida durante años, advierten especialistas citados por Women’s Health y Harvard Health.

A diferencia de otros nutrientes, la B12 proviene casi exclusivamente de productos animales —como carne y lácteos— además de ciertos alimentos enriquecidos.

Esto explica por qué quienes llevan dietas vegetarianas o veganas, así como personas con intolerancia al gluten, anemia perniciosa o gastritis atrófica, tienen un riesgo mayor de presentar niveles insuficientes de esta vitamina.

Uno de los peligros principales son los efectos sobre el sistema nervioso. Harvard Health indica que la falta de vitamina B12 es una de las causas más frecuentes de problemas neurológicos en adultos mayores. Mantener una ingesta adecuada ayuda a conservar capacidades cognitivas y a evitar daños progresivos en el cerebro.

Un problema que progresa lentamente

Datos de los Institutos Nacionales de la Salud, citados por Women’s Health, sugieren que hasta un 15% de la población podría tener deficiencia de B12 sin presentar síntomas. Esto sucede porque el cuerpo puede almacenar esta vitamina durante mucho tiempo, retrasando la aparición de señales claras.

El doctor Michael Roizen, de la Clínica Cleveland, señala que pueden pasar entre tres y cuatro años antes de que se manifiesten los síntomas. Esto provoca que señales iniciales —como cansancio o falta de energía— se atribuyan erróneamente al estrés cotidiano.

La evidencia científica respalda esta preocupación. Un estudio publicado en Annals of Neurology encontró que los adultos mayores con niveles bajos de B12 activa tenían más lesiones en la sustancia blanca del cerebro y un peor desempeño cognitivo, incluso si sus valores estaban dentro del rango considerado normal.

Indicadores tempranos en la vida diaria

La fatiga crónica suele ser uno de los primeros signos. Como la vitamina B12 interviene en la formación de glóbulos rojos, su déficit puede llevar a anemia y generar una sensación de agotamiento que no mejora con descanso.

Otro síntoma habitual es el hormigueo en las extremidades. La B12 es necesaria para producir mielina, la capa protectora de los nervios; cuando escasea, la transmisión nerviosa se vuelve menos eficiente, provocando entumecimiento o sensación de “alfileres”.

La pérdida de equilibrio sin motivo aparente también puede ocurrir. Este signo está relacionado con alteraciones en la propiocepción, la capacidad del cuerpo para ubicarse en el espacio.

Mente, memoria y emociones

La falta de vitamina B12 puede impactar de forma directa en el cerebro. Dificultad para recordar, problemas de concentración o episodios de confusión pueden aparecer y, si progresan, parecerse a trastornos neurodegenerativos.

Los cambios emocionales también son frecuentes. Según Roizen, la disminución en la producción de mielina puede favorecer síntomas depresivos, incluso sin un desencadenante claro. Una sensación constante de tristeza o la pérdida de interés en actividades comunes pueden ser señales para revisar los niveles de esta vitamina.

¿Cuándo acudir al médico?

Tanto Women’s Health como Harvard Health recomiendan buscar atención médica si se presentan cansancio persistente, hormigueo, problemas de equilibrio, fallas de memoria o alteraciones del ánimo. Un análisis de sangre puede detectar anemia y confirmar si los niveles de B12 son adecuados.

El tratamiento depende de la causa e incluye desde ajustes en la dieta hasta suplementos orales o inyecciones de vitamina B12 cuando existen problemas de absorción. Identificar la deficiencia a tiempo es clave para proteger el sistema nervioso y evitar complicaciones futuras.

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