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Señales y qué hacer ante una presión arterial descontrolada

ENFERMEDADES
Redacción El Tiempo
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El losartán es uno de los fármacos más utilizados para tratar la hipertensión arterial, una enfermedad que afecta a millones de personas a nivel mundial.

Pertenece a la familia de los antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA-II) y actúa dilatando los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir la presión arterial y a prevenir complicaciones cardíacas y renales. No obstante, en algunos pacientes puede perder efectividad con el tiempo o no funcionar correctamente, lo que supone un riesgo serio si no se detecta a tiempo.

Cómo identificar si el losartán ha dejado de ser eficaz

Detectar a tiempo cuando el losartán deja de funcionar es clave para evitar problemas graves como infartos, accidentes cerebrovasculares o daño renal progresivo. Algunas señales de alerta incluyen:

1. Presión arterial persistentemente alta El indicio más claro de que el medicamento no está controlando la hipertensión es un aumento constante de la presión, incluso tomando la dosis indicada. Valores superiores a 140/90 mmHg de forma sostenida sugieren que el tratamiento no es efectivo. En estos casos, se recomienda llevar un registro diario de la presión y compartirlo con el médico, para determinar si el problema se debe a resistencia al medicamento, dosis insuficiente o factores externos como estrés, alimentación o alcohol.

2. Síntomas físicos de mal control Cuando el losartán no funciona correctamente, pueden aparecer signos que no deben ignorarse:

Dolores de cabeza intensos, especialmente en la nuca o las sienes.

Mareos o sensación de desmayo al levantarse o con esfuerzos mínimos.

Visión borrosa o destellos de luz.

Dificultad para respirar o presión en el pecho.

Fatiga inusual sin actividad física excesiva.

Estos síntomas indican que la presión sigue alta, poniendo en riesgo la salud cardiovascular y cerebral.

3. Ajustes frecuentes sin resultados Si el médico modifica varias veces la dosis y la presión sigue inestable, podría tratarse de resistencia al medicamento. En estos casos, el especialista puede:

Cambiar a otro fármaco del mismo grupo, como valsartán o candesartán.

Combinar el losartán con diuréticos o bloqueadores de canales de calcio.

Realizar estudios para descartar hipertensión secundaria causada por enfermedades como insuficiencia renal, trastornos hormonales o apnea del sueño.

Factores que afectan la eficacia del losartán

Aunque es generalmente efectivo, su acción puede verse disminuida por:

Falta de adherencia al tratamiento: olvidar dosis o suspender el medicamento sin indicación médica.

Interacciones con otros fármacos, como antiinflamatorios o descongestionantes.

Consumo elevado de sal o alcohol.

Sobrepeso y sedentarismo.

Progresión de la hipertensión, que puede requerir combinaciones de medicamentos.

Qué hacer si el losartán no controla la presión

Nunca suspender el medicamento sin supervisión médica, ya que puede provocar un aumento súbito de la presión con consecuencias graves. Lo recomendable es:

Consultar al médico lo antes posible.

Registrar la presión arterial en casa durante varios días.

Realizar análisis de laboratorio para evaluar la función renal y niveles de potasio.

Revisar posibles interacciones con otros medicamentos.

Considerar un cambio de tratamiento o añadir un segundo antihipertensivo.

Implementar cambios en el estilo de vida: reducir sal, consumir más frutas y verduras, hacer ejercicio, y evitar tabaco y alcohol.

Importancia del seguimiento médico

La hipertensión es silenciosa y puede afectar órganos vitales si no se controla. Revisiones médicas periódicas permiten detectar a tiempo la pérdida de eficacia de medicamentos como el losartán y prevenir complicaciones graves como insuficiencia cardíaca, daño renal o accidentes cerebrovasculares. Según la OMS, cerca del 46% de los adultos hipertensos no saben que lo son, y solo la mitad de quienes reciben tratamiento logra un control adecuado.

Alternativas al losartán

Si no logra mantener la presión en niveles saludables, existen otras opciones:

ARA-II: valsartán, irbesartán, telmisartán.

IECA: enalapril, lisinopril.

Bloqueadores de canales de calcio: amlodipino.

Diuréticos: hidroclorotiazida u otros para eliminar sodio y líquidos.

La elección depende de historial clínico, edad, condiciones asociadas y respuesta individual.

Hábitos que potencian el tratamiento

El control de la presión no depende solo de la medicación. Se recomienda:

Reducir la sal a menos de 2 g al día.

Evitar alimentos ultraprocesados.

Realizar actividad física al menos 30 minutos diarios, cinco veces por semana.

Dormir bien para reducir estrés y mejorar la salud cardiovascular.

No fumar ni abusar del alcohol.

Mantener un peso saludable y controlar colesterol y glucosa.

Estas medidas complementan el tratamiento médico y ayudan a que el losartán y otros antihipertensivos sean más efectivos.

Escuchar las señales del cuerpo

El losartán es un medicamento eficaz, pero su efectividad depende de múltiples factores. Si notas aumento de la presión, síntomas persistentes o falta de respuesta, es vital acudir al médico para ajustar el tratamiento y prevenir complicaciones, protegiendo corazón y riñones. Cada persona responde de manera distinta, por lo que el control constante y la comunicación con el especialista son fundamentales para una vida saludable.

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