Síntomas que amenazan tu corazón, más allá del dolor de pecho

El infarto provocado por un coágulo —conocido como infarto agudo de miocardio— ocurre cuando un trombo bloquea de forma súbita y total una arteria coronaria, impidiendo que el músculo cardíaco reciba oxígeno y nutrientes. Cuando esto sucede, actuar rápido es crucial. Reconocer estos 9 signos tempranos es fundamental para buscar atención médica inmediata y disminuir el daño cardíaco.
Dolor fuerte u opresión en el pecho
Es el síntoma más típico. Se percibe como una presión intensa, una sensación de aplastamiento o un ardor en el centro del pecho que dura varios minutos o aparece y desaparece. Este malestar es continuo, no mejora al descansar ni cambiar de postura, y suele sentirse como si algo apretara el tórax, lo que lo distingue de un dolor muscular breve o punzante.
Dolor que se extiende al brazo izquierdo
El dolor torácico suele irradiarse a otras partes del cuerpo, siendo el brazo izquierdo el sitio más característico de extensión en un evento cardíaco. No obstante, también puede propagarse hacia ambos brazos, los hombros, la espalda o el cuello, y la intensidad de esa irradiación indica que el origen es profundo y serio.
Molestias en mandíbula, dientes o garganta
El dolor cardíaco puede presentarse de manera inusual en zonas altas del cuerpo, como la mandíbula inferior, los dientes o la garganta. Este síntoma suele confundirse con problemas dentales o infecciones de garganta, pero si aparece junto con otros signos, debe considerarse una emergencia.
Dificultad para respirar o sensación de falta de aire (disnea)
El ahogo o la incapacidad para respirar profundamente puede ocurrir antes, durante o incluso sin dolor en el pecho. Esto refleja que el corazón no está funcionando de manera eficiente y podría estar acumulándose líquido en los pulmones. En personas mayores y en pacientes con diabetes, esta falta de aire puede ser el único signo de un infarto silencioso.
Náuseas y vómitos inesperados
Síntomas como náuseas, malestar estomacal o vómitos pueden acompañar un infarto, sobre todo cuando la parte inferior del corazón es la afectada. Es importante no atribuir estas molestias únicamente a una indigestión, especialmente en mujeres, quienes suelen presentar síntomas gastrointestinales con mayor frecuencia durante un ataque cardíaco.
Sudoración fría y abundante
La aparición repentina de un sudor frío, pegajoso y profuso, sin relación con calor o esfuerzo físico, es una reacción del cuerpo ante el evento cardíaco. Este tipo de sudoración ocurre porque el organismo intenta compensar la caída de la presión arterial y el estrés que genera el infarto.
Mareos o sensación súbita de desmayo
Cuando el flujo sanguíneo se reduce, el corazón envía menos sangre al cerebro, provocando mareo, aturdimiento, debilidad o incluso desmayos. Cualquier episodio inesperado de inestabilidad debe verse como una emergencia, ya que indica una falta de irrigación cerebral.
Palpitaciones o latidos irregulares
Aunque no exclusiva del infarto, la percepción de latidos rápidos, irregulares o “saltados” puede presentarse durante un evento coronario. El daño al tejido cardíaco puede alterar el sistema eléctrico del corazón y generar arritmias peligrosas.
Cansancio extremo o debilidad sin explicación
Una fatiga intensa, persistente y fuera de lo común, que limita actividades diarias, puede ser una señal previa de infarto, especialmente en mujeres. Si el cansancio es nuevo, extraño y no mejora con descanso, podría indicar que el corazón está bajo mucha presión debido a una disminución del flujo sanguíneo.
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