Productos naturistas como los multivitamínicos, las proteínas o los ácidos grasos omega-3 se han vuelto cada vez más populares entre quienes buscan optimizar su rendimiento físico o compensar carencias nutricionales.
No obstante, su consumo inadecuado puede generar efectos negativos e incluso desencadenar enfermedades, advirtió la nutrióloga Mariana Covarrubias, egresada de la FES Zaragoza de la UNAM.
El uso excesivo de estos suplementos, sin una evaluación profesional previa, puede ocasionar desde toxicidad por exceso de vitaminas hasta daños renales por una ingesta elevada de proteínas, o problemas cardíacos relacionados con el consumo de omega-3.
“Solo deben utilizarse cuando hay una necesidad comprobada y siempre bajo supervisión médica o nutricional”, recalca Covarrubias.
¿Qué son los suplementos alimenticios?
Se trata de productos que tienen como fin complementar los nutrientes que se obtienen mediante la alimentación regular. No son un sustituto de una dieta saludable, y solo deben recomendarse cuando se detectan deficiencias específicas.
¿Cuándo es apropiado consumirlos?
Antes de iniciar cualquier suplementación, es indispensable realizar una valoración nutricional integral y estudios de laboratorio. Pueden resultar útiles en casos como la deficiencia de vitamina D —común por baja exposición solar— o en atletas con una alta demanda energética. Sin embargo, para la mayoría de las personas, una dieta equilibrada suele ser suficiente para cubrir los requerimientos nutricionales.
Suplementos más utilizados
Algunos de los productos más populares incluyen:
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Multivitamínicos
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Aminoácidos (como creatina o BCAA)
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Estimulantes como la cafeína
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Grasas saludables, como los omega-3
En el deporte, las proteínas y la creatina son comunes para facilitar la recuperación muscular y suplir las demandas energéticas elevadas.
Peligros de consumir suplementos sin control
Uno de los principales riesgos es la automedicación. Entre los efectos adversos más comunes se encuentran:
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Toxicidad por vitamina D, ya que es liposoluble y se acumula en el organismo
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Daño renal por consumo excesivo de proteínas sin una adecuada hidratación
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Arritmias por una ingesta injustificada de omega-3
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Contaminación con sustancias no declaradas en productos sin regulación sanitaria
Además, muchos suplementos disponibles en el mercado no cuentan con vigilancia adecuada, lo que representa un peligro añadido para la salud del consumidor.
Falsas creencias sobre los suplementos
Aunque su adquisición es sencilla y la publicidad es constante, existen varios mitos en torno a su uso:
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No pueden sustituir una dieta variada y nutritiva
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Más cantidad no significa mayor efectividad
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No todas las personas responden de la misma manera
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Su eficacia y seguridad no están garantizadas en todos los casos
Consejos para un uso adecuado
Para evitar complicaciones, se recomienda:
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Buscar orientación de un profesional de la salud antes de comenzar a suplementarse
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Priorizar una dieta completa con frutas, vegetales, proteínas de buena calidad, grasas saludables y suficiente agua
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Seguir la regla de “comer el arcoíris”, es decir, consumir alimentos de diferentes colores para asegurar diversidad de micronutrientes
En conclusión, si bien los suplementos pueden ser útiles en situaciones específicas, su consumo debe estar sustentado en una necesidad real y monitoreado por expertos. La clave de una buena salud radica en mantener hábitos saludables a lo largo del tiempo, más que en recurrir a soluciones rápidas o productos milagrosos.