El suero oral es ampliamente reconocido por su efectividad en el tratamiento de la deshidratación, especialmente durante enfermedades o en situaciones de pérdida importante de líquidos. No obstante, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) advierte que su uso diario sin indicación médica puede resultar contraproducente.
El ISSSTE señala que, aunque el suero oral está compuesto por una mezcla precisa de sales y glucosa para reponer líquidos, su consumo excesivo o innecesario podría alterar el equilibrio natural del cuerpo. En personas saludables, el organismo regula estos niveles de forma autónoma, por lo que introducir electrolitos adicionales sin una necesidad real podría generar desequilibrios innecesarios.
La institución también aclara que el suero oral no debe reemplazar los alimentos, sino ser un complemento temporal mientras el cuerpo se recupera de condiciones como diarrea o vómitos.
Alternativas saludables durante el calor Durante los períodos de calor intenso, el ISSSTE recomienda priorizar la ingesta de agua simple y natural, así como optar por alimentos ricos en agua, como frutas frescas. Además, es fundamental evitar las bebidas azucaradas y reducir la exposición prolongada al sol para prevenir la deshidratación.
Casos en los que el suero oral es necesario El suero oral está indicado en casos de deshidratación leve o moderada. Algunos síntomas que pueden requerir su uso incluyen:
Recomendaciones para un consumo adecuado Para garantizar su efectividad, el ISSSTE sugiere seguir estas pautas:
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Consumirlo lentamente, con una cuchara o tomando pequeños sorbos.
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Evitar mezclarlo con jugos, refrescos u otras bebidas.
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Conservarlo en refrigeración y desecharlo 24 horas después de prepararlo.
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No forzar su consumo si hay náuseas.
Si los síntomas persisten o empeoran, es esencial buscar atención médica inmediata para prevenir complicaciones graves.