Tarjetas de nómina, la nueva modalidad de ahorro en la economía diaria
Ciudadanos reiteraron que el recibir su pago por medio de una tarjeta de nomina rinde más que en efectivo

En la actualidad, entre un 50 y 60 por ciento de los trabajadores con empleo formal en México reciben su pago quincenal o mensual a través de tarjetas de nómina, una herramienta financiera que ha transformado no solo la forma de cobrar, sino también la manera en que las personas administran su dinero. Aunque no fue diseñada como un instrumento de ahorro, muchos trabajadores consideran que esta modalidad les permite controlar mejor sus gastos y, de manera indirecta, fomenta el ahorro.
A diferencia de décadas pasadas, cuando las personas recibían su salario en efectivo o depositado en cuentas de ahorro tradicionales, hoy en día el uso de terminales electrónicas para realizar pagos cotidianos —como supermercado, transporte, servicios, o tiendas departamentales— ha facilitado una administración más eficiente del ingreso. Muchos aseguran que al no tener el efectivo en mano, se reduce el gasto impulsivo, lo que permite “estirar” más el dinero disponible.
Asimismo, las antiguas cajas de ahorro —aún presentes como prestación en algunas empresas— han perdido terreno frente a la accesibilidad y rapidez que brindan las instituciones bancarias. En este esquema, los trabajadores aportan una parte de su salario a un fondo común que puede ser retirado en diciembre o antes si enfrentan una necesidad económica. Sin embargo, este tipo de ahorro ya no es tan popular ni accesible para todos, y tiende a estar limitado a ciertos sectores productivos o sindicatos.
En un sondeo realizado en la ciudad, la mayoría de los encuestados coincidió en que el uso de una tarjeta de nómina les permite rendir mejor el salario, aunque evitaron responder si contaban con un sistema de ahorro adicional, señalando que se trata de un tema personal y confidencial.
A pesar de ello, algunos especialistas en finanzas personales señalan que la tecnología bancaria puede jugar a favor del ahorro si se sabe utilizar. Por ejemplo, hoy existen aplicaciones móviles ligadas a las tarjetas de nómina que permiten dividir el salario en categorías de gasto, hacer transferencias automáticas a cuentas de ahorro, o establecer metas financieras.
Además, el acceso a servicios bancarios digitales ha facilitado la inclusión financiera para miles de trabajadores, que ahora pueden revisar sus movimientos en tiempo real, bloquear su tarjeta en caso de robo, y hasta invertir pequeñas cantidades en instrumentos de bajo riesgo, todo desde su celular.
No obstante, también hay desafíos. Muchas personas aún no confían plenamente en los bancos o desconocen cómo utilizar al máximo las herramientas que ofrecen las tarjetas de nómina. Por ello, algunos expertos sugieren que las instituciones y empresas deberían fomentar una mayor educación financiera, con talleres o asesorías para enseñar a los trabajadores a aprovechar estas herramientas de manera responsable y planificada.
En resumen, aunque las tarjetas de nómina no fueron creadas como instrumentos de ahorro formal, su uso cotidiano ha representado una oportunidad para que los trabajadores administren con mayor orden su dinero, reduzcan gastos innecesarios y, en muchos casos, logren guardar algo a lo largo del año. Un cambio cultural que, aunque silencioso, está transformando la relación entre el ingreso y el consumo en el ámbito laboral actual.
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