Torreón rompe el récord Guinness a la Discada Más Grande del Mundo
Le quitó título a Guadalupe Nevo León
Hoy domingo, Torreón rompió el récord Guinness a la Discada Más Grande del Mundo, con un peso de 5 toneladas y 100 kilos.
El récord anterior pertenecía a Guadalupe, Nuevo León, con una discada de seis metros de diámetro y 13 mil tacos servidos. Torreón no solo superó esa marca, sino que la dejó atrás con una preparación monumental que ya forma parte de la historia gastronómica mundial.
Tamaño
El evento se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de Torreón, un espacio que se transformó en el escenario perfecto para la hazaña. Ahí se instaló un imponente disco de nueve metros de diámetro, fabricado especialmente para esta proeza culinaria y acondicionado con todas las medidas de seguridad necesarias. Su tamaño monumental permitió que cientos de asistentes presenciaran de cerca la preparación, convirtiéndose en un verdadero espectáculo gastronómico que despertó la admiración y el asombro del público. La logística incluyó la participación de chefs, voluntarios y técnicos que trabajaron en conjunto para garantizar que cada detalle saliera a la perfección, desde la cocción uniforme de los ingredientes hasta la presentación final del platillo. En ese disco se colocaron más de cuatro toneladas de ingredientes, suficientes para servir más de 80 mil tacos de discada. Los asistentes pudieron disfrutar de esta delicia de forma gratuita, ya sea en el sitio o a través de un sistema drive thru habilitado para facilitar el reparto masivo. La receta tradicional norteña incluyó carne de res y cerdo, chorizo, tocino, jamón, salchicha, chile poblano, jalapeño, tomate, cebolla y manteca de cerdo.
Restaurantes
Más de 30 restaurantes locales donaron cientos de salsas para acompañar los tacos, reforzando el espíritu colaborativo del evento. Más de 100 personas participaron en la preparación, entre ellos chefs reconocidos a nivel nacional como Carlos Fink, Mario Villarreal, Nacho Herrera, Saúl Orona, Teo Ríos y Vicente Revuelta, quienes trabajaron codo a codo con estudiantes de gastronomía de diversas instituciones locales. La coordinación y el esfuerzo colectivo fueron claves para lograr esta hazaña. Además de la proeza culinaria, el evento se convirtió en una verdadera celebración familiar que desbordó alegría y convivencia. Hubo música en vivo con agrupaciones locales que animaron la jornada, así como actividades recreativas para niños y adultos que hicieron del encuentro una experiencia inolvidable. El ambiente festivo logró reunir a miles de laguneros que, más allá de disfrutar de un récord gastronómico, se reconocieron como parte de una comunidad unida y orgullosa de sus tradiciones. La organización también tuvo un fuerte compromiso social: parte de los alimentos preparados fueron donados a casas hogar, comedores comunitarios y diversas organizaciones de beneficencia, lo que reafirmó el espíritu solidario que caracteriza a Torreón.
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