Tres embarazos infantiles encienden alarmas en Monclova
Tres niñas de 13 años llegaron embarazadas a la Cruz Roja sin conocer su condición este 2025.
El director del Hospital de la Cruz Roja en Monclova, Ricardo Lojero, observó este 2025 un fenómeno especialmente grave: el acelerado descenso en la edad de las pacientes embarazadas. Lo que antes era inusual, hoy aparece con frecuencia preocupante. En solo unos meses, el hospital recibió tres embarazos en niñas de apenas 13 años.
Al llegar a la clínica, estas menores estaban sin conocimiento previo de su estado, acompañadas de padres que también desconocían la situación.
Alarmante inocencia y riesgo extremo
Cada una de las menores llegó creyendo padecer malestares digestivos o simples cambios corporales. Sus familias tampoco sospechaban un embarazo. Para el personal médico, estos casos representan un riesgo mayor no solo por la corta edad de las pacientes, sino por la falta total de control prenatal durante etapas críticas. La sorpresa, la confusión y el miedo se mezclan en los pasillos de urgencias cuando los exámenes confirman la noticia.
Ignorancia y falsas creencias, detonantes silenciosos
Según Lojero, muchas niñas creen que “no pueden embarazarse por ser muy pequeñas”, una idea que persiste tanto entre adolescentes como entre algunas familias. Esta falta de información provoca que el embarazo se detecte hasta que el abdomen ya es notoriamente distinto, cuando los riesgos se han multiplicado: complicaciones obstétricas, desnutrición, presión arterial elevada y problemas en el desarrollo del bebé.
Una franja de edad que preocupa cada vez más
Aunque los casos de 13 años impactan particularmente, el hospital también atiende embarazos en menores de 14 a 16 años. De cada 10 mujeres embarazadas que llegan a la institución, al menos una es menor de edad. Aunque no representan la mayoría, su presencia constante revela una tendencia creciente que exige respuestas inmediatas en salud pública y educación sexual.
El reto emocional y la decisión de continuar
Ante estas situaciones, el equipo médico procura que las adolescentes comprendan completamente lo que implica su embarazo. Muchas llegan pensando en interrumpirlo sin dimensionar que ya existe un proceso vital en desarrollo. Lojero explica que parte fundamental de su labor es orientarlas, ayudarlas a entender la realidad y acompañarlas en el camino que decidan seguir.
Algunas continúan con su control prenatal en la Cruz Roja; otras son trasladadas según su cobertura médica, y algunas abandonan el seguimiento.
Un llamado urgente a la conciencia social
El aumento de los embarazos infantiles evidencia la necesidad de reforzar la educación sexual temprana, la comunicación familiar y los programas preventivos. Para el personal médico, cada caso es un recordatorio doloroso de que la falta de información pone en riesgo dos vidas que apenas comienzan.
Monclova vive hoy una alerta que no puede ignorarse.
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