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Una familia encuentra fe y esperanza en una silueta que apareció en su patio

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Criselda Farías/El Tiempo de Monclova
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Una silueta semejante a la Virgen de Guadalupe apareció en el tronco de un árbol y reavivó la fe de una mujer que crió a su nieto en la adversidad.

En un domingo de convivencia familiar en su hogar,  María del Socorro Reyes Carranza nunca imaginó que el tronco de un árbol en su patio mostraría lo que ella considera una señal divina, una figura que semeja la silueta de la Virgen de Guadalupe y desde entonces se ha convertido en un símbolo de fe para toda su familia.

Fue su esposo Pedro Rivas quien primero notó la forma especial mientras estaba sentado bajo el árbol , "Mira María es la Vírgen de Guadalupe",  le dijo emocionado Ella se acercó a mirar y también vio la figura

Para honrar la imagen la familia colocó una corona de rosas sobre el tronco y encendió una veladora que aún permanece encendida dentro de la casa.

La fe que sostuvo a una madre y a su nieto

María del Socorro es una creyente devota de la Virgen de Guadalupe y asegura que fue su fe la que le dio fuerza para criar a su nieto Mario Alberto Contreras Rivas un niño que quedó bajo su cuidado desde pequeño al dejarlo su hija abandonado para irse a Estados Unidos, y que atravesó momentos difíciles relacionados con las drogas y la delincuencia.

"Yo lo crié como si fuera mi hijo, le di kinder, secundaria pero ya no pude más (universidad) y aún así no lo dejé nunca Mario cayó en adicciones y malas compañías,  pero lo buscaba todas las noches y lo regresaba a casa a pesar de su corta edad.  Sufrí la pena negra pero aquí estoy con la ayuda de la Virgen", subrayó.

Hoy, dijo que Mario es un hombre de bien,  trabaja como soldador en una reconocida empresa y ha sido premiado como el mejor en su área. Le regalaron una máquina de soldar y "hasta lo entrevistaron en su trabajo",  dijo orgullosa la abuela.

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Un altar sencillo pero lleno de fé

En casa de María del Socorro hay un cuadro grande de la Virgen de Guadalupe que su hijo Pedrito le regaló cuando era joven. "Le tengo siempre su veladora encendida"afirmó, "le hablo todos los días como si me escuchara".

Cada primero del mes enciende una veladora blanca y una amarilla como símbolo de agradecimiento "Gracias Señor gracias madre santísima por haberme ayudado con Mario",  repite mientras recuerda los tiempos difíciles.

Entre batallas familiares y nuevas esperanzas

Además de cuidar a sus nietos y mantener viva su fe María del Socorro enfrenta un juicio por una herencia familiar tras la muerte de su hermano de 85 años que dejó bienes intestados.  "Le pido a la Virgen que me ayude también con esto porque no quiero pleitos" dijo mientras observa la figura recién descubierta de la vírgen en la corteza del árbol.

La mujer asegura que su fé es su fuerza su consuelo y refugio y que la aparición en el tronco no fue casualidad sino una bendición enviada para recordarle que nunca está sola.

"A veces me siento aquí sola o con mi esposo y le digo "madre santísima ayúdame",  expresó.

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Un símbolo de esperanza en medio de la vida diaria

Desde que descubrieron la silueta en el árbol la familia ha encontrado un nuevo motivo para creer en un entorno marcado por dificultades enfermedades y conflictos legales esta aparición representa para ellos esperanza compañía y fortaleza espiritual.

María del Socorro Reyes Carranza sigue encendiendo veladoras y conversando con su virgen, en su domicilio en la calle Hidalgo 406, de la colonia Occidental, en Frontera,  mientras agradece cada pequeño milagro cotidiano que ocurre en su vida. 

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