Universidades mantienen constante comunicación con empresas
La vinculación con el sector productivo es clave para las instituciones

En el contexto actual de transformación y modernización de los sistemas educativos, la vinculación entre las instituciones de educación superior y el sector productivo se ha convertido en un eje prioritario para garantizar la pertinencia de los programas académicos y mejorar la empleabilidad de los egresados. Para universidades como la Universidad Politécnica, establecer y mantener una relación estrecha con las empresas e industrias de la región no solo es un compromiso, sino una estrategia clave que define la calidad y utilidad de los conocimientos que se imparten en las aulas.
Raúl Vela, rector de la Universidad Politécnica, subrayó que esta vinculación permite adecuar los planes de estudio a las demandas reales del mercado laboral. Las competencias técnicas, el dominio de herramientas tecnológicas, la capacidad de adaptación y la formación en habilidades blandas son cada vez más valoradas por los empleadores, por lo que las universidades tienen la responsabilidad de preparar a sus estudiantes con base en estas exigencias.
Uno de los aspectos más señalados por el sector productivo, según explicó el rector, es el dominio del idioma inglés, considerado hoy en día una herramienta fundamental para acceder a mejores oportunidades laborales, sobre todo en sectores como la manufactura, la industria automotriz, la logística y los servicios globales. En respuesta a esta necesidad, la Universidad Politécnica ha desarrollado un modelo bilingüe que refuerza de manera continua la enseñanza del inglés como segunda lengua, incorporándolo tanto en la instrucción académica como en las actividades extracurriculares y los procesos de titulación.
Este modelo bilingüe permite que los estudiantes egresen con un nivel de inglés funcional para desempeñarse en entornos internacionales, asistir a capacitaciones en el extranjero o incluso continuar sus estudios en otras instituciones educativas fuera del país. Además, abre la puerta a la certificación en el idioma, lo que representa un valor agregado importante en el currículo del egresado.
Asimismo, Raúl Vela destacó los avances obtenidos con la implementación del modelo educativo de Técnico Superior Universitario (TSU), el cual ofrece una formación profesional intensiva en un periodo de dos años, permitiendo a los estudiantes contar con un título y una preparación que los faculta para incorporarse de inmediato al campo laboral. Este modelo ha sido bien recibido tanto por estudiantes como por empresas, ya que responde a la necesidad de contar con perfiles técnicos calificados en menor tiempo, pero con una sólida base de conocimientos prácticos.
La flexibilidad del modelo TSU también permite a los estudiantes continuar con una licenciatura o ingeniería, en caso de que así lo decidan, sin perder la validez de sus estudios previos. De esta forma, se promueve una educación escalonada, accesible y adaptada a las distintas realidades sociales y económicas del estudiantado.
Otro punto clave en la vinculación con el sector productivo es la realización de estadías profesionales, un componente obligatorio en la mayoría de los programas académicos de la Universidad Politécnica. Estas estadías permiten a los estudiantes integrarse a empresas reales durante un periodo determinado, aplicar los conocimientos adquiridos en el aula y desarrollar proyectos específicos que aportan valor a las organizaciones. A la vez, las empresas tienen la oportunidad de evaluar el desempeño de los jóvenes en situaciones reales de trabajo, lo que en muchas ocasiones deriva en ofertas de empleo una vez concluida la formación académica.
Además, las universidades mantienen un diálogo constante con cámaras empresariales, clústeres industriales y autoridades del sector económico, con el objetivo de conocer de primera mano las tendencias del mercado, los perfiles que se están demandando y las nuevas tecnologías que están siendo implementadas. Esto se traduce en actualizaciones curriculares periódicas, capacitación docente y la integración de nuevas herramientas y metodologías al proceso de enseñanza-aprendizaje.
En ese sentido, el rector subrayó que la formación universitaria ya no puede estar desvinculada de la realidad económica y tecnológica del entorno. Las universidades deben actuar como centros de innovación y desarrollo, no solo como instituciones que otorgan títulos. Su papel también es el de formar ciudadanos competentes, responsables y preparados para contribuir activamente al crecimiento de su región.
Por lo tanto, se han establecido convenios con distintas empresas locales, nacionales e incluso internacionales, que permiten a los estudiantes participar en proyectos conjuntos, desarrollar soluciones tecnológicas, recibir mentoría por parte de expertos del sector y mantenerse actualizados en cuanto a las herramientas y procesos que se utilizan en los ámbitos laborales más competitivos.
Adicionalmente, las universidades están promoviendo el emprendimiento como una vía viable para la inserción laboral, fomentando en los jóvenes la creación de proyectos productivos propios, el desarrollo de ideas de negocio con base tecnológica y la participación en incubadoras y programas de financiamiento para nuevos empresarios.
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