Vapeo y cáncer: crecen las evidencias sobre sus peligros para los pulmones

Cada vez más estudios indican que el vapeo —considerado por muchos como una opción menos dañina que fumar cigarrillos— podría estar vinculado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.

Si bien los cigarrillos electrónicos no contienen tabaco, su uso implica inhalar diversas sustancias químicas nocivas, algunas de las cuales ya se han identificado como cancerígenas.

“El uso del vapeador podría estar repitiendo el mismo patrón que vimos con el cigarro tradicional décadas atrás”, advirtió el Dr. Min Kim, cirujano torácico del Hospital Houston Methodist. “Ya en la década de 1930 se sospechaba que el tabaco causaba cáncer, pero no fue sino hasta los años 60 que se obtuvo una confirmación científica sólida. Actualmente, el vapeo podría estar en una etapa similar de esa evolución”.

Sustancias peligrosas presentes en el vapor de los cigarrillos electrónicos

A diferencia del cigarro convencional, que produce humo mediante combustión, los dispositivos de vapeo calientan líquidos conocidos como e-líquidos para generar vapor. Estos líquidos pueden contener nicotina, THC, saborizantes y otros compuestos, muchos de ellos sin una regulación clara.

Una investigación realizada en 2020 identificó más de 500 sustancias químicas en los cartuchos de vapeo analizados, incluyendo varios compuestos con potencial cancerígeno, como:

• Formaldehído, benceno y metales pesados, todos ellos relacionados con el cáncer de pulmón.

• Diacetilo, un agente saborizante que puede causar daños pulmonares permanentes.

• Nicotina, altamente adictiva y presente en la mayoría de estos productos.

• Partículas ultrafinas que se alojan profundamente en los pulmones, empeorando enfermedades respiratorias como el asma.

Estas sustancias pueden alterar el ADN celular, aumentando el riesgo de mutaciones que conduzcan al desarrollo de cáncer. Aunque una sola exposición no es determinante, la exposición constante eleva significativamente el peligro.

El vapeo también afecta la salud respiratoria de otras formas

Además del riesgo de cáncer, el vapeo puede causar inflamación pulmonar crónica, lo cual, con el tiempo, puede derivar en alteraciones celulares que favorezcan la formación de tumores.

El Dr. Kim advierte que, aunque aún no se ha demostrado con certeza que el vapeo provoque cáncer de pulmón en humanos, la evidencia apunta en esa dirección. “Ya sabemos que daña los pulmones, contiene químicos peligrosos y que en modelos animales se ha observado su potencial cancerígeno. Es un riesgo real”, aseguró.

Un estudio reciente concluyó que quienes combinan el vapeo con el consumo de cigarrillos tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con quienes solo fuman.

Otras enfermedades vinculadas al uso de cigarrillos electrónicos

El uso del vapeador también se ha asociado con diversas afecciones pulmonares, entre ellas:

• EVALI: Lesión pulmonar relacionada con el uso de vapeadores, que ganó atención en 2019 tras numerosos casos de hospitalización por inflamación pulmonar atribuida al acetato de vitamina E.

• Bronquiolitis obliterante: Conocida como “pulmón de palomitas de maíz”, es causada por inhalar diacetilo, que produce cicatrices irreversibles en las vías respiratorias pequeñas.

• Neumonía lipoidea: Provocada por la acumulación de grasa en los pulmones, generalmente a partir de componentes aceitosos en los líquidos de vapeo.

También se investiga si el vapeo podría empeorar condiciones como el asma o la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), aunque aún no hay conclusiones definitivas.

Abandonar el vapeo también tiene beneficios

Muchas personas recurren al vapeo como una forma de dejar de fumar cigarrillos, pero los expertos alertan que esto podría representar el cambio de una adicción dañina por otra.

“El vapeo no es inofensivo”, enfatiza el Dr. Kim. “Aunque no tengamos aún una prueba definitiva de su relación directa con el cáncer, dejar de vapear mejora la salud pulmonar y también reduce el gasto económico. La nicotina es muy adictiva, pero con la ayuda adecuada, dejar el vapeo o el cigarro es posible”.

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