Zafarrancho y golpes en el Congreso de la CDMX por reforma de transparencia
Una discusión por una reserva terminó en golpiza entre diputados de Morena y PAN en el Congreso de la CDMX. Hubo lesiones.
Diputados de Morena y el PAN protagonizaron un violento zafarrancho este lunes en el pleno del Congreso de la Ciudad de México, que incluyó jalones de cabello, empujones y golpes, luego de que la bancada guinda presentara una reserva para modificar la estructura del nuevo órgano de transparencia. El conflicto, que dejó a la diputada Claudia Pérez con collarín y a la panista Daniela Álvarez usando muletas, terminó con la aprobación de la reserva por 45 votos de Morena y aliados, tras la salida de los legisladores del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano.
Disputa por reserva desata caos y violencia en el pleno
La tensión estalló cuando la bancada de Morena presentó una reserva para que el nuevo órgano de transparencia, que sustituirá al Info CDMX, no fuera colegiado, rompiendo un acuerdo político previo aprobado en comisiones. La diputada panista Daniela Álvarez denunció la ruptura del pacto y anunció la toma de la tribuna, lo que detonó los primeros forcejeos. El presidente de la Mesa Directiva, Jesús Sesma, intentó infructuosamente calmar los ánimos y continuar la sesión.
Escenas de golpiza, cabello jalado y una bandera derribada
El conflicto escaló rápidamente a la violencia física. Se observó a legisladoras como Daniela Álvarez (PAN), Yuriri Ayala, Claudia Pérez y Rosario Morales (Morena) jalándose el cabello y dándose codazos. En medio del caos, la bandera de la tribuna se desprendió. Sesma intentó separar a las diputadas, mientras Olivia Garza tocaba la campana sin éxito. La sesión se suspendió temporalmente y se planteó moverla a una sede alterna en el Zócalo.
Estrategia de distracción y aprobación en un pleno semivacío
El anuncio de la sede alterna funcionó como distracción: mientras panistas y priístas desalojaban la tribuna, diputados de Morena y aliados regresaron en "operación hormiga" y la ocuparon. Con las condiciones aún adversas y la diputada Pérez ya con collarín, Sesma reanudó los trabajos. Ante la imposibilidad de deliberar, los legisladores del PAN, PRI y MC abandonaron el recinto, permitiendo que Morena y sus aliados aprobaran la reserva con 45 votos a favor.
Consecuencias políticas y lesiones físicas
El bochornoso episodio no solo dejó lesiones físicas visibles, sino una profunda fractura política en el Congreso capitalino. La aprobación de la reserva en un escenario de forcejeo y ausencia de la oposición cuestiona la legitimidad del proceso y ensombrece la reforma a la ley de transparencia. Se espera que las facciones enfrentadas presenten quejas formales ante las instancias de ética parlamentaria, mientras la imagen del legislativo local queda seriamente dañada.
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