Cinco minutos con Pilar... Vivir a 3 cuadras de la Basílica de Guadalupe un 11 de diciembre

Cuando leo: “Miles de peregrinos llegan, a la Basílica de Guadalupe”, para venerar a la Reyna y Madre de México a La Morena del Tepeyac, “La Virgen de Guadalupe” este 12 de Diciembre, (Con todo respeto a todas las otras creencias religiosas, les pido continuar mi relato).    Nos remontamos a la aventura del inicio de una “Vida Matrimonial” y lo pongo entre comillas, porque el principio…”todo es miel sobre hojuelas”…., En el año de1987, Marido mío y una servidora, iniciamos nuestra sociedad conyugal, en un “Nidito de Amor” de 45 m2,  en un tercer piso del edificio ubicado, en la Calle Hidalgo esquina con Av. Cuauhtémoc, en la entonces Delegación Gustavo A. Madero.       Una esquina, muy popular, conocida como: “La Esquina de las Electrónicas de la Villa”, con gran surtido, ideal para expertos en esa área.   Le hacía competencia a las tiendas del Centro de la Ciudad de México, de  la famosa Av. Artículo 123, a unas cuadras de Bellas Artes, que aún siguen activas y con mucho éxito.     Lo mejor de este edificio, era que se encontraba a tan sólo 3 cuadras de “La Basílica de Guadalupe”.  

Un 11 de Diciembre de ese mismo año, tuvimos la primera novatada matrimonial: al invitar a un grupo de amigos, a conocer lo que llamábamos “El Mini Hogar”.  Departamento acogedor  de dos habitaciones con su closet, un baño con regadera, una pequeña cocina, adaptada en un pasillo, que llegaba a la zotehuela, en donde había su fregadero, boyler y lazos para tender la ropa. (aún no teníamos lavadora). La mini cocina, muy coqueta, la recuerdo con cariño y nostalgia, con su especiero y anaqueles de madera color caoba, y un pequeño refrigerador, ideal sólo para cocinar, eso sí ,”Las Mejores Recetas”. Agradezco a mi Madre, “Doña Pilar”, mujer de carácter fuerte y dominante, que desde solteras, a mi hermana y a mí, nos obligó a tomar clases de cocina, con dos de sus buenas amigas, Conchita y Martita Sánchez del Club de Leones. Aún resuenan en mis oídos sus advertencias: “Se casen o no, aprender a cocinar es fundamental en la Vida”.      Regresando al motivo de esta anécdota, ese 11 de diciembre, me dispuse a preparar papitas cambray a la mantequilla con perejil, un lomo mechado. Y de postre, plátanos ahumados con brandy. Todo dispuesto, para estrenar el comedor que nos acababa de llegar.   Al principio, nos prestaron una mesa de lámina con 4 sillas que agradecimos de corazón. Después de 4 meses de la Boda, ¡por fin llegó!, gracias a otra amiga de mi Madre, que fabricaba muebles. Quién en cómodas mensualidades, nos hizo el comedor de madera color nogal, mesa redonda para seis personas, con su vitrina espejo, para exhibir vajillas y copas, que afortunadamente, recibimos de obsequio de bodas, y que aún conservo.    La sala era sencilla tapizada color beige. En una esquina una palma natural que recibía la luz de un ventanal.

La mesa de centro, eran dos troncos de árbol, que marido Arquitecto, consiguió de una obra en construcción, y encima le puso un vidrio grueso, con esquinas redondeadas, para evitar accidentes. Todo en su conjunto, se veía bonito para recibir a las visitas.9 y 10 de la noche, de ese 11 de Diciembre de 1987, con gran dificultad y abriéndose paso, iban llegando, uno a uno los invitados….motivo: Camiones estacionados por todas las calles, puestos de comida en cada esquina, y peregrinos por doquier, unos rezando, otros cantando, y otros acomodando sus colchonetas, para disponerse a dormir en plena calle.   Paty Bobadilla (Maestra de Danza), encargada de los canapés, muy elegante y con tacones, pedía permiso para alcanzar el timbre, (tenía miedo de pisar una cabeza, o un brazo), porque los peregrinos, encontraron cómoda la  banqueta lisa, de la entrada al edificio.     De bufanda y con guitarra, le seguían el Ing. Lauro Bazán y Sergio Ferrat, a Sergio le decíamos “Sergio Sergio”, porque cantaba igualito a “José José”, ambos..pedían permiso para llegar a la puerta: ¡Compermiso! ¡Compermiso!... “Disculpe Señito, no la vallamos a pisar”. Así , lograron llegar los demás, entre ellos, mi hermano  Víctor, que además de Médico era gran declamador.   Fue una velada surrealista, entre poesías y canciones, mientras en la calle, “El fervor Guadalupano”, fuegos pirotécnicos, rezos y más peregrinaciones, nos dieron las 3, 4 y 5 de la mañana y no podíamos salir. Igual que la película “El Angel Exterminador de Luis Buñuel”. (En donde los invitados a una cena no podían cruzar la puerta de salida, porque algo los obligaba a regresar).Los peregrinos son distintos a los manifestantes. A Los manifestantes les mueven sus razones políticas y su lucha por el poder, a veces son violentos. Admiro a los que tienen conciencia cívica y luchan por sus derechos.    A un Peregrino lo mueve su fe. Su tradición de familia que tiene fervor, cuando quiere dar gracias, o cuando pide desesperadamente, a su Madre La Virgen, sane el dolor de su alma. La Virgen de Guadalupe o Tonantzin  diosa de la fertilidad y la tierra es la madre de los mexicas, hoy mexicanos. De acuerdo con el texto náhuatl  "Nican Mopohua", escrito por el fraile Antonio Valeriano, que habla de las apariciones de la Virgen María en México, bajo la advocación de Guadalupe, dicha deidad se presentó ante Juan Diego en 1531  en el cerro del Tepeyac.   Desde entonces, el peregrinar va de generación en generación, como los “Corredores Antorchistas” que desde Puebla, hacen relevos cargando una antorcha, que permanece encendida, como su fe.    Ese recorrido pude verlo desde mi ventana, ese 11 de Diciembre de 1987….y ¡Nos amanecimos!, por que la fe de los peregrinos fue difícil de vencer,  al momento de salir, de esa cena cordial, de mi dulce hogar.

Noticias del tema