El Embajador de EU y su imán empresarial en México
Mario MaldonadoCarlos Slim Helú y su hijo Carlos Slim Domit se abrieron paso entre las decenas de personas que abarrotaron la Residencia del Embajador de Estados Unidos en México para llegar hasta el frente, donde Ronald Johnson emitía un mensaje durante la celebración de la Independencia de Estados Unidos.
Aunque con retraso, el ingeniero y su hijo, presidente de América Móvil, no se resistieron a la invitación que extendió la Embajada de Estados Unidos en México a varios empresarios, políticos, intelectuales y periodistas para celebrar el día la independencia estadounidense, aunque más bien el evento fue una bienvenida para el enviado del Presidente Donald Trump.
La convocatoria fue bastante grande. Por lo menos unas 300 personas se dieron cita en la casona de las Lomas de Chapultepec. No solo los Slim (también estuvo el sobrino del ingeniero, el presidente de Telmex, Héctor Slim), sino líderes de las cámaras empresariales, como el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, y el de la Concamin, Alejandro Malagón. También el presidente de Cemex, Rogelio Zambrano, y Daniel Becker, dueño de Grupo Mifel, además de muchos representantes de otras grandes empresas del país.
Aquel día, 27 de junio, la bomba que soltó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sobre tres instituciones financieras de México, a las que acusó de lavar dinero, estaba en boca de todos. Quizá por eso muchos de los invitados, incluidos políticos de Morena como el senador Alejandro Murat, y el director del IMPI, Santiago Nieto, decidieron acudir a la invitación. Nieto, por cierto, tendría mucho qué opinar sobre la investigación del FinCEN, porque estuvo al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera los primeros tres años del gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador y se considera un experto en temas de lavado de dinero.
Ese día, Ron Johnson, como lo llaman sus amigos, estaba sonriente y dispuesto a tomarse fotografías con todos los que se lo pidieran. Tenía fila. Pero sobre todo estaba feliz por la enorme convocatoria que tuvo y el tipo de personas que decidieron ir a saludarlo de forma personal.
Johnson destacó la “relación única” entre México y Estados Unidos, realizó una oración y agradeció el trabajo conjunto con México en temas de seguridad y combate al fentanilo. Fue amistoso, pero a su vez se sabe que su perfil es de un hombre duro. Para eso lo llamó Trump para representar a su país en territorio mexicano, en una de las épocas de mayor tensión entre ambas naciones.
No fue la primera vez que Johnson se reunía en un ámbito festivo con empresarios y políticos mexicanos. El 18 de mayo, el ultraderechista y exactor, Eduardo Verástegui, le organizó una cena privada a la que asistieron Slim Domit, Carlos Fernández, el expresidente de Grupo Modelo y actual accionista de Santander, y el cantante Emmanuel.
En su discurso, Johnson pronunció en español un mensaje que incluyó un “Que Dios les bendiga a todos” y se refirió a los presentes, incluyendo a los empresarios, como “hermanos”.
Johnson ha sido identificado como alineado con sectores conservadores y de mano dura en política exterior con respecto a temas de narcotráfico y migración.
Previamente, en un evento de gala con la comunidad hispana, realizado en Washington D.C. durante la investidura de Donald Trump, Johnson convivió con empresarios y directivos del Grupo Salinas, propiedad del magnate Ricardo Salinas Pliego, quien fue patrocinador principal del evento que reunió a más de mil 700 líderes políticos, empresarios y figuras hispanas.
Representantes de Grupo Salinas como Alejandro Valenzuela, presidente de Banco Azteca, Luis Echarte, Fernando Espinosa, Luciano Pascoe y Miguel Ángel Orozco estuvieron presentes.
Del lado de Estados Unidos, los invitados fueron Donald Trump Jr., Christopher Landau, actual subsecretario de Estado y exembajador de EU en México), y senadores como Ted Cruz.
Este próximo 12 de julio, Grupo Salinas auspiciará una cena de gala en honor del Embajador Ronald Johnson en un hotel de la Ciudad de México.
Sin duda, mucha cercanía y buenas relaciones empresariales ha emprendido el diplomático de todas las confianzas de Trump, mientras la Presidenta Claudia Sheinbaum no ha podido reunirse personalmente con su homólogo.
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