El empresario intocable y favorito de la 4T
Mario MaldonadoEstuvo relacionado con Segalmex, el organismo en el que se documentó oficialmente un desfalco de por lo menos 15 mil millones de pesos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Hasta ahora ha librado las investigaciones de la Fiscalía General de la República y no solo eso: sigue ganando contratos multimillonarios con los gobiernos de la 4T.
El nombre de este privilegiado empresario y contratista gubernamental es Aldo Díaz Pérez, convertido en multimillonario proveedor de medicamentos del sector salud del país.
El otrora subdirector de Venta Comercial de Liconsa ha recibido contratos por 8 mil millones de pesos en los gobiernos morenistas, de acuerdo con los registros de la plataforma de compras de la administración federal, Compranet, conocida ahora como Compras MX. Su caballo de batalla en este sector es la empresa Ethomedical, aunque las investigaciones lo relacionan igualmente con otro buen número de empresas, incluidos los sectores de energía y construcción.
Díaz Pérez es de los pocos funcionarios que estuvieron relacionados con el escándalo de corrupción de Segalmex, específicamente en las irregularidades de Liconsa, que no ha sido llamado a rendir cuentas frente a la justicia. Por ese caso, en 2023 fue aprehendido en Argentina el exdirector comercial de la subsidiaria, Manuel Lozano Jiménez —su jefe directo—, y en abril pasado fue aprehendido el exsubdirector de Operaciones de la lechera gubernamental, Hugo Buentello Carbonell.
El encargado de la Venta Comercial de la leche de Segalmex tuvo que ver con los contratos irregulares de coproducción que el organismo firmó con compañías como el Grupo Vicente Suárez 73, los cuales tenían como objetivo instalar una red de plantas secadoras del alimento de entidades gobernadas por Morena.
El tratamiento que se le ha dado a Díaz Pérez ha sido completamente diferente. No solo por la inmunidad que se le ha otorgado a un funcionario que, según los documentos en poder de esta columna, participó y avaló con su firma las reuniones de definición y supervisión de esos contratos irregulares de Segalmex, sino por la bonanza que su empresa de medicamentos sigue teniendo en los procedimientos de adquisiciones de insumos médicos.
Sobre publicaciones anteriores, Aldo Díaz Pérez ha negado estar vinculado a una red de empresas que extraen recursos del erario, principalmente del IMSS de Zoé Robledo. Sin embargo, la información pública lo pone en entredicho con el crecimiento inusitado de su empresa Ethomedical como contratista favorita de los gobiernos del expresidente López Obrador y el de la Presidenta Claudia Sheinbaum. El personaje asegura que los números oficiales de Compranet que ahora administra la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, a cargo de Raquel Buenrostro, están equivocados.
La realidad es que, además de la evidencia documental sobre que Díaz Pérez y su familia son accionistas de 27 razones sociales constituidas en Chiapas, Ciudad de México, Coahuila, Durango y Nuevo León —muchas de ellas participantes del sector farmacéutico—, resulta sospechoso que su compañía más visible haya podido presentarse y “ganar” contratos con el sector público, aunque la Cofepris la incluyó en la lista de empresas que no cumplen con la regulación sanitaria para ser distribuidor de fármacos.
La presencia y participación de este tipo de empresarios en las compras consolidadas de medicamentos son las razones principales por las que, a más de medio año de iniciada la administración de Sheinbaum, no se ha podido garantizar el abasto en los institutos de salud para los próximas dos años.
Los asuntos relacionados con Liconsa y Segalmex también ponen de manifiesto una posible manipulación del aparato de justicia, con la que se exhiben detenciones de personajes “desechables” y se privilegian a exfuncionarios que presumen vínculos políticos con los altos mandos de la 4T.
Posdata
Este lunes la Presidenta Claudia Sheinbaum viajará a Ontario, Canadá, para formar parte de la Cumbre del G7, integrada por las siete economías más avanzadas del mundo.
El primer ministro canadiense Mark Carney tuvo a bien extender la cortesía a México como país invitado, en un contexto muy relevante para la región de Norteamérica por los temas comerciales (los aranceles y la renovación del TMEC), migratorios (por la política antiinmigración de Donald Trump, las redadas y las manifestaciones en su contra) y la seguridad transfronteriza.
Por eso es que Sheinbaum decidió ir bien acompañada de los secretarios de mayor cercanía y eficiencia, como Omar García Harfuch, de Seguridad; Marcelo Ebrard, de Economía, y el canciller Juan Ramón de la Fuente.
Se tienen grandes expectativas de la reunión del martes por la tarde entre la Presidenta Sheinbaum y el Presidente Trump, por lo que la estrategia de México debe ser integral, es decir, al estilo Trump: negociar todos los temas como si fueran uno, pues el gobierno mexicano ha cedido mucho a Estados Unidos y ha recibido muy poco.
La Presidenta necesita uno o dos triunfos: el retiro de algunos aranceles impuestos por Trump a México, frenar la persecución contra los migrantes mexicanos y en una de esas también la exención del impuesto a las remesas, sobre todo ahora que el presidente estadounidense ha perdido popularidad.
Por el bien de México, ojalá que ese primer cara a cara con Trump salga mejor de lo esperado.
Columna: Los contratistas y operadores del IMSS Bienestar
El sector de salud pública es uno de los más delicados por la capacidad técnica y operativa que requiere, y porque involucra la vida de las personas. Al mismo tiempo es uno de los que, al contar con más presupuesto, es visto por muchos empresarios, políticos y “operadores” como -- leer más
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