El Minutero

La “democracia” de membrete y el espectáculo para pocos. 

Mientras el diputado local Antonio Attolini finge levantar la voz por la seguridad en Torreón, pero guarda silencio ante la violencia en los estados gobernados por Morena, el PAN en Coahuila también simula y presume con orgullo su “ejercicio democrático interno”, aunque en los hechos ofrece una elección sin competencia, donde Elisa Maldonado figura sola en la boleta. No importa cuántos votos reciba, igual se quedará al frente, tal como lo dijo sin rubor Yolanda Acuña, dirigente panista en Monclova. Así, el partido cumple con la forma, pero no con el fondo, y llama al aplauso cuando la decisión ya estaba tomada desde antes. Lo irónico es que quienes se atreven a cuestionar, reciben la invitación a “dejar de ser criticones de café”, como si la crítica política no fuera parte esencial de una vida democrática.

Pero si hablamos de simulaciones, Monclova también aporta. La ciudad ha visto un desfile de eventos y actividades... para quienes pueden pagarlos. Torneos de padel, recorridos en vehículos 4x4, espectáculos de charrería y conciertos con precios de hasta 10 mil pesos por zona VIP dejan claro que la recreación pública no es precisamente pública. A los sectores populares se les da pavimentación y un gimnasio al aire libre, mientras los espectáculos parece que se organizan para las élites locales. La faramalla del PAN y los eventos exclusivos del municipio comparten una lógica: aparentar inclusión.

¿Negocios detrás de la gobernanza?
Y por el rumbo está Piedras Negras, donde la administración local, bajo el mando de MORENA, parece estar más interesada en generar recursos que en resolver los verdaderos problemas de la ciudadanía. Este lunes, la reactivación de las multas por parquímetros, sin ningún tipo de consulta ciudadana —como estipula el decálogo del propio partido— ha generado un gran malestar. La medida recuerda a los abusos de la empresa SIMESA, que durante más de 30 años cobró tarifas desmesuradas a los automovilistas y realizó acciones punitivas como el candado a llantas y el traslado de vehículos a corralones. Lo que podría haber sido una oportunidad para mejorar los servicios, termina siendo una nueva fuente de ingresos para una administración que parece más interesada en el dinero que en las necesidades reales de sus habitantes.

No es el único caso de privatización que preocupa a los ciudadanos. La administración local comenzó con los servicios básicos como la salud, y recientemente ha tomado el control de eventos como la Feria del Norte, que, más allá de su valor cultural, se ha convertido en un escaparate para generar dinero constante y sonante. Mientras tanto, en la frontera de Coahuila, el reciente “golpe al huachicol fiscal” refleja la grave falta de control sobre el contrabando y la evasión fiscal. El 10 de abril, personal de Petróleos Mexicanos, con el resguardo de la Guardia Nacional, se instaló en el Puente Dos para revisiones aleatorias con estaciones móviles. Como resultado, seis pipas fueron aseguradas y ocho personas detenidas. Desde enero hasta 40 pipas, iban y venían a Texas todo el día, lo que llamó la atención de los fronterizos, por el riesgo de accidentes, sobre todo en puente II, al cruzar en fila.

… Y enmudeció el cabildo.
En Sabinas, el silencio de los regidores ahora es más fuerte que sus antiguas críticas. Antes se lanzaban contra la exalcaldesa por cualquier cosa, pero hoy, bajo el mando de Chano Díaz, parece que todo es perfecto. Dicen que Chano presume trabajar “parejo” sin ver colores de partido, pero entre medios de comunicación amarrados y un director de comunicación, Raymundo Campos, que controla toda la información, la realidad parece otra. Hasta los directores municipales tienen prohibido hablar sin permiso. Y mientras Chano cuida su imagen como si las elecciones fueran mañana, la Cruz Roja se quedó sin apoyo, sin permisos y sin dinero. ¿Será que la preocupación de perder la silla ya lo esta haciendo perder el rumbo?.

Todo indica que en el Ayuntamiento ya no importa tanto servir a la gente, sino cuidar la foto y el discurso. Entre tanta censura y control de daños, varios funcionarios ya murmuran en los pasillos que el miedo a la derrota en las próximas elecciones está dejando a Chano más preocupado por las redes sociales que por las verdaderas necesidades del pueblo. Mientras tanto, la ciudadanía, que no olvida, ya empieza a preguntarse si de verdad valió la pena cambiar de alcalde.

Desdén.  
A propósito de perder el rumbo, el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González, sigue demostrando una actitud socarrona e indiferente ante los problemas de inseguridad que crecen en la ciudad y en lugar de asumir con seriedad el llamado que le hizo el Congreso del Estado para comparecer ante la Comisión de Seguridad, Cepeda optó por un comunicado ambiguo que no esclarece si asistirá o no. En su respuesta, dejó claro que sus compromisos “previamente agendados” son más importantes que enfrentar la situación de inseguridad que se vive en Torreón y con un tono arrogante, sugiere que, si los legisladores están tan interesados en la seguridad, deberían ir directamente al municipio para ver el “modelo” implementado, lo que refleja además de una postura evasiva, un absoluto desprecio por la urgencia de atender la creciente preocupación ciudadana.

La actitud del alcalde ante este, y otros muchos temas, no solo lo deja mal ante los legisladores, sino que también alimenta la frustración de los torreonenses, quienes ven cómo su ciudad se consume mientras Cepeda se escuda en excusas y formalismos vacíos. En lugar de dar la cara, el alcalde se limita a ofrecer invitaciones sin compromiso, cubierto en su postura de soberbia y falta de voluntad para trabajar de manera conjunta con los otros niveles de gobierno. Es lamentable que en un tema tan serio como la seguridad, el alcalde de Torreón siga actuando con desdén y sin mostrar una verdadera disposición para resolver los problemas que afectan a su comunidad.

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