Las 5 vitaminas hacen tu piel más saludable y radiante
Cuidar la piel no se limita a cremas o tratamientos externos: la alimentación también juega un papel clave.
Ciertas vitaminas protegen frente a daños celulares y radiación UV, además de estimular la producción de colágeno, mejorar la hidratación y favorecer la apariencia general de la piel.
A continuación, se presentan cinco vitaminas esenciales respaldadas por la investigación que ayudan a mantener la piel saludable y radiante:
1. Vitamina C La vitamina C es un potente antioxidante que protege frente a los radicales libres y favorece la síntesis de colágeno, fortaleciendo la estructura de la piel. Se encuentra en frutas como naranjas, kiwis y pimientos. Los sérums o cremas con vitamina C (10-20%) son especialmente eficaces para reducir la inflamación y mejorar la textura cutánea. Aunque la dieta aporta vitamina C, su aplicación tópica permite una absorción más directa.
2. Vitamina D Conocida como la “vitamina del sol”, fortalece la barrera cutánea y regula la inflamación. Se produce al exponerse a la luz solar y también está presente en pescado, huevos y alimentos fortificados. Suplementos de vitamina D pueden aliviar síntomas de eczema o psoriasis, mientras que cremas con esta vitamina son útiles en ciertas afecciones inflamatorias.
3. Vitamina E La vitamina E actúa como antioxidante, hidrata la piel, reduce la inflamación y protege contra el daño solar. Se encuentra en espinacas, frutos secos y aceites vegetales. Aunque se utiliza de forma tópica, consumirla mediante la dieta o suplementos suele ser más eficaz para fortalecer la piel y prevenir signos de envejecimiento.
4. Vitamina A La vitamina A y sus derivados, los retinoides, se emplean para disminuir arrugas, tratar el acné y estimular la producción de colágeno. Se halla en verduras de hoja verde, batatas y alimentos fortificados. Mantener la ingesta adecuada protege la piel del daño solar, mejora la salud del cabello y potencia la luminosidad y uniformidad del tono cutáneo.
5. Vitamina K La vitamina K favorece la circulación, ayuda a disminuir moretones y ojeras, y contribuye a la reparación de heridas. Está presente en vegetales de hoja verde, brócoli y aceites vegetales. Su aporte, tanto dietético como tópico, mejora la apariencia de la piel, especialmente en zonas con fragilidad capilar o marcas visibles, proporcionando un aspecto más uniforme y saludable.
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