Un estudio reciente sostiene que los rastreadores de actividad física no miden con exactitud el ejercicio realizado por personas con obesidad.
Las diferencias en la forma de caminar, la velocidad, el gasto energético y otros aspectos hacen que estos dispositivos no proporcionen lecturas precisas en quienes tienen sobrepeso, según explican los investigadores en la revista Scientific Reports.
"Las personas con obesidad podrían beneficiarse de la información que ofrecen los rastreadores, pero la mayoría de los dispositivos actuales no son exactos para este grupo", declaró en un comunicado Nabil Alshurafa, investigador principal y profesor asociado de medicina conductual en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago.
El equipo de Alshurafa desarrolló un nuevo algoritmo que permite a los relojes inteligentes medir con mayor precisión las calorías quemadas por personas con obesidad, indicaron los autores.
Los ensayos de laboratorio mostraron que este algoritmo alcanza una precisión superior al 95 % en condiciones reales, según el estudio.
"Sin un algoritmo validado para estos dispositivos de muñeca, desconocemos con certeza la cantidad de actividad y gasto energético diario de las personas con obesidad, lo que limita nuestra capacidad para diseñar intervenciones efectivas y mejorar la salud", afirmó Alshurafa.
El investigador se inspiró para crear el algoritmo tras asistir a una clase de ejercicio con su suegra, quien tiene obesidad.
"Aunque ella se esforzó más que nadie, sus resultados en la tabla de clasificación eran muy bajos", relató Alshurafa. "Ese momento me hizo entender que el fitness no debería ser una trampa para quienes más lo necesitan".
Actualmente, los algoritmos de los rastreadores fueron diseñados pensando en personas sin obesidad, explicó.
Los dispositivos que se colocan en la cadera suelen calcular mal el gasto energético porque las personas con sobrepeso tienen una forma distinta de caminar y suelen llevar los aparatos inclinados, señalaron los investigadores. Por otro lado, los dispositivos de muñeca son más precisos, pero no han sido suficientemente probados ni calibrados para quienes tienen obesidad.
Para validar su algoritmo, el equipo lo comparó con otros 11 métodos avanzados para estimar el esfuerzo, utilizando rastreadores especializados y cámaras corporales que registraban cuándo los sensores de muñeca cometían errores al calcular la quema de calorías.
En una parte del estudio, 27 participantes usaron un rastreador junto con una máscara que mide el consumo energético basado en el oxígeno inhalado y dióxido de carbono exhalado.
En otra parte, 25 personas llevaron un rastreador y una cámara corporal durante sus actividades cotidianas.
Además, Alshurafa diseñó ejercicios estándar adaptados al peso de los participantes, como flexiones contra la pared en lugar de en el suelo.
"Muchos no podían hacer flexiones en el suelo, pero todos hicieron las de pared, esforzándose al máximo, con los brazos temblando", contó Alshurafa. "Celebramos los ejercicios 'estándar' como la medida definitiva, pero esos estándares excluyen a mucha gente. Estas experiencias nos mostraron la necesidad de repensar cómo gimnasios, rastreadores y programas de ejercicio miden el éxito, para que el esfuerzo de nadie pase desapercibido".
El próximo paso es crear una aplicación para monitorear la actividad que use este algoritmo en relojes inteligentes con sistemas Apple y Android, indicaron los investigadores.
El algoritmo es de código abierto y se invita a otros científicos a probarlo y desarrollarlo.
"Hasta ahora, muchos estudios han evaluado la validez de algoritmos propietarios de monitores comerciales", escribieron los autores. "Pero, hasta donde sabemos, ninguno ha publicado un algoritmo abierto que pueda replicarse usando datos sin procesar de dispositivos de muñeca disponibles en el mercado".